Los niños de escasos recursos económicos de la zona rural de Cuenca se benefician de la campaña ‘Presta tu compu’, con la cual se busca donaciones de computadoras sin uso para arreglarlas y donarlas a niños de escasos recursos para que estudien. Foto: Cortesía Cristian Mora
Tres jóvenes vinculados con el área de la tecnología impulsan la campaña ‘Presta tu Compu’, para llegar con computadoras e Internet a familias de escasos recursos económicos de la zona rural de Cuenca, que tienen hijos en la escuela.
El 13 de marzo del 2020 el Gobierno suspendió las clases presenciales por la propagación del covid-19 y dispuso el uso de plataformas virtuales para que los estudiantes continuaran con las actividades académicas en casa.
Eso puso en aprietos a los padres de familia y en desventaja educativa a los niños pobres de la zona rural porque muchos no tienen acceso a la tecnología, explicó Cristian Mora, impulsor del proyecto e integrante del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Azuay.
Allí nació la idea de solicitar a las familias cuencanas que disponen de una máquina que ya no usen -pero que aún sirve- para entregar a los niños que lo necesitan. Uno de los primeros donantes de 10 computadoras fue la Fundación Jefferson Pérez.
Antes de entregarlas, Mora repotencia y da mantenimiento a las máquinas para que los estudiantes no tengan contratiempos durante su uso. De allí se traslada a las parroquias rurales para dejarlas instaladas en las respectivas casas.
Milton Pérez colabora en la instalación de Internet gratuito que estará disponible de lunes a viernes, de 06:00 a 17:00 y por tres meses. De estas donaciones ya se han beneficiado más de 20 familias de las parroquias Tarqui, Octavio Cordero y Turi.
Los mentalizadores de la iniciativa realizan mantenimiento en los equipos y luego los entregan a los niños que requieren las máquinas para estudiar. Foto: Cortesía Cristian Mora
Entre ellos están las familias Bonete, Llangari, Chiqui, Morocho y Domínguez. Bertha Bonete, de 54 años, tiene a sus tres hijos en la escuela y ella está terminando el bachillerato. Hace ocho días le instalaron la computadora y el Internet.
Esta madre cuenta que esta donación le facilitó la continuidad de las actividades académicas virtuales. Antes de eso pedía a sus vecinos y parientes de la zona que le prestaran una máquina para revisar las tareas de sus hijos.
“Me daba vergüenza molestar siempre y por eso a veces los niños no hacían las tareas”. Bonete está agradecida porque con la crisis económica que se vive no habría podido comprar una computadora para que sus hijos continúen con los estudios.