Parte de la bancada oficialista posó para una primera foto en el Pleno de la Asamblea, antes de la instalación. Foto: Paúl Rivas Bravo / EL COMERCIO
La designación de las nuevas autoridades de la Asamblea funcionó como un trámite para confirmar lo que decidieron los bloques en reuniones previas. La sorpresa se produjo a la hora de votar por el cuarto vocal del Consejo de Administración Legislativa (CAL).
Ayer, 14 de mayo del 2017, como manda la Ley de la Función Legislativa, se posesionó la Asamblea y en su primera sesión designó a las autoridades que ejercerán los cargos en los dos primeros años del período, hasta el 2019.
En la elección del Presidente y los dos vicepresidentes no hubo problemas. Pese a la demora por los discursos de moción, terminó pesando lo que había acordado Alianza País (AP) el pasado 25 de abril.
El oficialismo tiene mayoría absoluta, con 74 votos, los necesarios para nombrar dignidades. Así, José Serrano, Viviana Bonilla y Carlos Bergmann asumieron los principales cargos de la Legislatura.
En su discurso, Serrano, designado presidente, planteó nueve ejes estratégicos. Ofreció convertir a la Asamblea en “un espacio de diálogo, que tiende puentes con todos los sectores”, también planteó profundizar la fiscalización.
La oposición reclamó esa apertura, luego de la elección de las vocalías para el CAL. Según la ley, cada bancada que se forme con un mínimo de 13 asambleístas tiene derecho a uno de estos puestos.
Por los resultados de las elecciones, tres de esos cupos serían para AP, Creo-SUMA y el Partido Social Cristiano (PSC). Y el último, para una cuarta bancada de partidos de distintas fuerzas.
Serrano y Rivadeneira compartieron la dirección de la Asamblea, antes de que él fuera elegido Presidente. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Pero se crearon dos bancadas más. Una entre aliados del oficialismo, con 24 curules; y otra entre los asambleístas de Izquierda Democrática, Sociedad Patriótica, Fuerza Ecuador, Pachakutik y movimientos locales; esta última se denominó Bloque de Integración Nacional (BIN).
AP colocó a Soledad Buendía en la primera vocalía. La segunda fue para sus aliados, que nominaron a Verónica Arias, del movimiento Acción Regional por la Equidad de Loja.
Así, la mayoría oficialista orilló a la oposición a repartirse los dos puestos restantes entre tres bancadas. Por la tercera vocalía, el PSC nominó a Luis Fernando Torres y el BIN a Jimmy Candell. Torres obtuvo 71 votos, dos más de los necesarios, pues consiguió apoyo también en el oficialismo.
Hasta el cierre de esta edición, la Asamblea todavía no difundía el registro de votaciones, por lo que todavía no se conocen los detalles.
Para la cuarta vocalía, Creo-SUMA nominó a Guillermo Celi. Jaime Olivo (PK) propuso a César Solórzano (PSP), Eliseo Azuero (ID) admitió que su nombre tuvo resistencia en AP. Aseguró que Yofre Poma, de Sucumbíos, se opuso por temas que él no entiende.
Poma sostuvo que no hay nada personal. Informó que él y otros integrantes del bloque verdeflex consideraron legítimo que Creo-SUMA, al ser la segunda fuerza del legislativo (33 curules), tenga una vocalía.
La decisión se tomó en una reunión a las 09:00, una hora antes de que se posesionara la nueva Asamblea. Al final del encuentro, Serrano anticipó que Creo-SUMA tendrá la vocalía, por respeto a lo que consiguió en las urnas.
Pero la postulación de Celi solo tuvo 49 votos; 76 asambleístas votaron en contra. Para Cristina Reyes (PSC), esto contradice el discurso de apertura de Serrano y afecta a la democracia, pues no se respetó la decisión de Creo-SUMA.
Alianza País tampoco puso los votos para que el BIN ingresara al CAL. Por eso, Serrano declaró en suspenso esa elección hasta una próxima sesión. Allí, Creo-SUMA y las minorías presentarán nuevas mociones y las designaciones dependerán del apoyo de AP.
Celi no cree que el veto a su nombre sea algo personal. Dice que esto es parte de la democracia y lo acepta. Por eso anunció que su bloque seleccionará un nuevo candidato. Lo mismo hará el BIN.
Cuando se suspendía la votación, el asambleísta Fabricio Villamar (Creo-SUMA) caminó hasta el ala oficialista y conversó con Pabel Muñoz y Miguel Carvajal. Celi advirtió que no permitirán que les impongan nombres.