Niegan a Jorge Glas el traslado a la cárcel 4 o a un centro de salud para el cumplimiento de su pena

Jorge Glas fuera trasladado desde la Cárcel 4 de Quito, hasta el Centro de Rehabilitación Social de Latacunga, la noche del domingo, 21 de octubre. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO

Jorge Glas fuera trasladado desde la Cárcel 4 de Quito, hasta el Centro de Rehabilitación Social de Latacunga, la noche del domingo, 21 de octubre. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO

Jorge Glas fue trasladado desde la Cárcel 4 de Quito, hasta el Centro de Rehabilitación Social de Latacunga, la noche del domingo, 21 de octubre del 2018. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO

Los tres jueces de la Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Cotopaxi concedieron parcialmente el hábeas corpus a Jorge Glas Espinel. Los magistrados negaron el requerimiento del exvicepresidente de ser trasladado a la cárcel 4 de la ciudad de Quito. Al no haberse justificado el grado de hacinamiento en el Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi.

Asimismo se rechazó el traslado definitivo de Glas a un centro perteneciente a la Red de Salud Pública particular o privado, para el cumplimiento de la pena.

La sentencia fue publicada en la página Web del Consejo de la Judicatura este jueves, 6 de diciembre del 2018.

El ex segundo mandatario se encuentra detenido desde el 2 de octubre del 2017 por la trama de corrupción del caso Odebrecht y cumple una condena de seis años de cárcel por asociación ilícita. Además la Fiscalía investiga a Glas por presunto cohecho, concusión, testaferrismo, peculado y lavado de activos.

En la sentencia los jueces aceptan la petición de precautelar la salud integral del ex vicepresidente durante el tiempo que permanezca detenido. Glas sufre de artritis que afecta su columna vertebral. Para lo cual el Ministerio de Salud proporcionará la atención emergente en el Centro de Rehabilitación y en el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) Latacunga en la especialidad de Reumatología.

Si la salud de Glas se quebrantara y empeorara tendrá acceso al Hospital Carlos Andrade Marín en la ciudad de Quito. La movilización será bajo la custodia de la Policía Nacional y los Agentes Penitenciarios. “Se le proporcionará atención especializada cada vez que sea necesario en pos de su estabilización y de mantener controlada adecuadamente su salud”, detalla la sentencia.

Los magistrados indican que “en su estado de salud producto de un acto voluntario como es su huelga de hambre se acepta su momentáneo traslado a un hospital”. En la casa de salud los médicos deben hacer un “exhaustivo trabajo” para estabilizarlo y brindarle atención especializada. Al finalizar su recuperación se lo debe regresar a la cárcel de Latacunga.

Los funcionarios del Ministerio de Justicia en coordinación con el Ministerio de Salud serán los encargados de proporcionar la medicina específica para controlar y mejorar el estado de salud.

En la sentencia también se hace referencia a que el Municipio de Latacunga, en coordinación con la Dirección del Centro de Rehabilitación, el Ministerio de Justicia y entes gubernamentales establezca un acuerdo para el suministro de agua potable que utiliza la ciudad.

El Ministerio de Justicia y la Dirección del Centro de Rehabilitación se encargarán de proveer la cisterna adecuada para el almacenamiento del líquido vital con la constante potabilización. Para estas obras tienen un plazo de 180 días.

Asimismo se prohíbe que a Jorge Glas se le tome fotografías en la cárcel y se invada su privacidad como los demás reclusos. En la zona donde se encuentre el preso se impide la utilización de celulares o de algún otro dispositivo electrónico del personal para evitar la publicación de fotografías.

Los técnicos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) disponen la constante revisión de los alimentos que se proveen a los presos en la cárcel de Latacunga.

“Jorge Glas está al borde de la muerte. Es una declaración oficial avalado por la Cruz Roja Internacional que lo visitó”, aseguró Harrison Salcedo, abogado del exvicepresidente.

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