Jeb Bush, durante el anuncio de su candidatura ayer en Miami, Florida. Foto: Andrew Patron/ AFP.
Jeb Bush, exgobernador de Florida e hijo y hermano de expresidentes, anunció el 15 de junio del 2015 su candidatura a las primarias republicanas, convirtiéndose en el tercer miembro de esta familia que podría llegar a la Casa Blanca.
A diferencia de otros candidatos republicanos, Jeb Bush no necesita presentaciones. Segundo hijo de George H.W. (1989-1993) y Barbara Bush y hermano del ex mandatario George W. Bush (2001-2009), la política corre por sus venas.
Pero ¿será el apellido Bush un lastre o un empujón para el candidato republicano en la carrera por la Casa Blanca? La respuesta se conocerá el 8 de noviembre de 2016, fecha de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, o antes si es derrotado en las primarias republicanas porque las bases del partido lo consideran demasiado moderado.
John Ellis ‘Jeb’ Bush, que parte como favorito en las primarias republicanas, nació en Midland, en el estado norteamericano de Texas, y creció en Houston, donde su padre trabajaba en el sector petrolero.
A los 17 años se fue a León, en el estado mexicano de Guanajuato, a dar clases de inglés. Allí se enamoró de la mexicana Columba Garnica de Gallo, su esposa desde hace 41 años y madre de sus tres hijos: George, Noelle y John Ellis Jr. Columba Bush, una mujer tímida que huye de los focos médiaticos, es, según sus amigos, su ancla con el mundo real, alejado de la política con mayúsculas en la que se mueven los Bush. En un acto pre-electoral en marzo en Nevada explicó que su vida se puede dividir en dos partes: “a.C. y d.C, antes de Columba y después de Columba”.
Antes de meterse en política, se dedicó al mundo de los negocios. Fue vicepresidente de un banco texano en Venezuela en los años 70 y en los años 80 y 90 se dedicó a negocios inmobiliarios en Florida. La primera vez que se presentó en 1994 a las elecciones para gobernador, perdió. Lo logró a la segunda. Fue durante ocho años (1999-2007) gobernador de Florida, un estado bisagra de inclinación republicana que suele ser clave en las elecciones presidenciales.
Jeb Bush era gobernador cuando su hermano, por aquel entonces gobernador de Texas, ganó al demócrata Al Gore en las elecciones presidenciales de 2000, una victoria que se vio empañada por el polémico recuento de votos en Florida. Considerado un republicano moderado, Bush tendrá que lidiar con el ala más extremista de su partido, el Tea Party, que no ve con buenos ojos sus posiciones moderadas en inmigración y en educación.
Bush está a favor de la reforma migratoria y en educación defiende el ‘Common Core’, un programa de estándares federales para unificar lo que se enseña en las escuelas públicas de todo el país, que ha sido muy criticado por el Tea Party. S.A. Dáte, autor de la biografía ‘Jeb: El próximo Bush de América’, asegura que Jeb Bush no es lo que en Washington llaman un RINO (Republicano sólo de nombre), sino que es “un verdadero conservador”. Y a los más escépticos les piden que se fijen en lo que hizo cuando era gobernador de Florida. Abogó por la bajada de impuestos, privatizó empleos estatales y está a favor de un gobierno pequeño.
Jeb Bush, que se convirtió al catolicismo, se opone a la eutanasia. Como gobernador intentó sin éxito en 2005 impedir que Michael Schiavo desconectara de la máquina que mantenía con vida a su mujer Terri, tras pasar 15 años en estado vegetativo. Se opone al matrimonio homosexual y al aborto. Aprobó la matrícula para los autos ‘Choose life’ (Elige vida) y financió con dinero estatal a grupos antiabortistas. Está a favor de la pena de muerte.
Durante su mandato como gobernador 21 personas fueron ejecutadas. Bush suspendió todas las ejecuciones en Florida en diciembre de 2006 después de los fallos en la ejecución por inyección letal del puertorriqueño Ángel Nieves Díaz, que tardó 34 minutos en morir. Y está a favor de la armas. Firmó en 2005 la polémica ley ‘Stand your ground’ (ley para la defensa de tu terreno), que permite a los ciudadanos de Florida usar armas en plena calle si se sienten amenazados.
Esta ley provocó un debate nacional después de que el vigilante George Zimmerman matara a tiros en 2012 a Trayvon Martin, un joven negro desarmado. Bush, licenciado en estudios latinoaméricanos, habla español, lo que le puede servir para atraer el voto latino, que será clave en las elecciones de 2016, como lo fue en la victoria de Barack Obama en 2008 y 2012. Pero para lograr atraer el voto latino deberá competir con dos de sus contricantes hispanos: los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, ambos de origen cubano, que también se presentan a las primarias republicanas.