Italia teme revuelta generalizada en cárceles por el coronavirus

Varios reclusos de la prisión de San Vittore en Milán saltan sobre el tejado del centro penitenciario en protesta contra las novedosas restricciones del Gobierno para contener la expansión del coronavirus COVID-19, este lunes, en Italia. Foto: EFE

Varios reclusos de la prisión de San Vittore en Milán saltan sobre el tejado del centro penitenciario en protesta contra las novedosas restricciones del Gobierno para contener la expansión del coronavirus COVID-19, este lunes, en Italia. Foto: EFE

Varios reclusos de la prisión de San Vittore en Milán saltan sobre el tejado del centro penitenciario en protesta contra las novedosas restricciones del Gobierno para contener la expansión del coronavirus COVID-19, este lunes, en Italia. Foto: EFE

Activistas de derechos humanos advirtieron este lunes 9 de marzo de 2020 del riesgo de rebelión carcelaria generalizada en rechazo a la prohibición de visitas y suspensión de permisos de salida en el marco de las medidas para evitar la propagación del coronavirus.

El domingo 8 de marzo de 2020 murieron seis reclusos en una serie de motines que estallaron en al menos diez presidios italianos en rechazo a las drásticas medidas gubernamentales, según la organización de defensa de derechos de los detenidos Antigone.

Las cárceles de Bérgamo y Módena, ciudades del norte dentro de la zona de contención establecida por el gobierno, así como de Nápoles, Salerno, Bari y Roma se han registrado motines.

Este lunes 9 de marzo de 2020 se han registrado de nuevo tensiones, por ejemplo en la cárcel romana de Regina Coeli, en el centro de la ciudad, en donde se escuchó a los detenidos gritar “¡libertad!, ¡libertad!”.

“Los detenidos no habían sido informados de lo que está sucediendo afuera, las visitas fueron suspendidas por el coronavirus, por eso se desató esta guerra”, aseguró Gilberto, 59 años, padre de uno de los detenidos en la prisión de Módena, quien desea el anonimato.

“Si el coronavirus se propaga en la cárcel, se mueren todos, porque la mayoría de los detenidos son VIH positivos o tienen problemas pulmonares porque el único vicio que les queda es fumar”, comentó Mónica, de 50 años, esposa de un recluso sentenciado a ocho años de prisión.

Suplementos digitales