El coro de segundo de básica del Colegio de América presentó algunos villancicos. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
A paso lento y con un bostezo de entrada, Papá Noel se paró en el patio del colegio. Con las manos en la cadera echó una mirada al público y lo ignoró. Luego se sentó.
Con muchas tareas por cumplir, entre la fabricación de juguetes y la planificación para entregarlos, el barbudo hombre vestido de rojo se quedó dormido y soñó con duendecillos prestos a ayudarlo.
Esos pequeños colaboradores fueron los chicos de cuarto de Básica, quienes vestidos de verde salieron al patio a interpretar la labor de preparación de regalos que recibirán los niños del mundo en la Navidad.
Así empezó la historia que ideó la vicerrectora del Colegio Ángel Polibio Chaves (APCH), Gladys Arias, para que toda la primaria participe en el musical ‘Sueño de Navidad’. El programa se desarrolló ayer, como en la mayoría de instituciones educativas de la Sierra y Amazonía. Los estudiantes se despidieron de sus maestros y compañeros para vivir las fiestas en familia.
Arias indicó que el propósito del programa fue generar una sola historia, que permita la participación de toda la comunidad educativa, con temas relacionados con la Navidad. Y que, a la vez, incorpore el trabajo extracurricular y los talleres que se desarrollan durante el período escolar.
En el APCH, la comunidad educativa interpretó el musical ‘Sueño de Navidad’. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En ‘Sueño de Navidad’, Papá Noel también recibió un regalo. Happy, su duende de confianza, se lo entregó. Fue un telescopio para que el hombre de barba blanca pueda observar lo pasa en todo el mundo durante la Navidad.
A través del gran visor la historia continuó, con eventos que Papá Noel observó en diferentes puntos del globo, recreados por medio de presentaciones de música y bailes navideños. A través de este y otros encuentros -señala la Vicerrectora del APCH– se buscó la integración de toda la comunidad educativa, incluidos los padres de familia.
Por eso, los representantes de los chicos conformaron un coro e interpretaron piezas musicales de la época. El vínculo que se generó a partir de esta iniciativa, les anima a continuar con el proyecto a largo plazo, según María Augusta Betancourt, integrante del coro de padres de familia.
Incluso los abuelos fueron parte de las jornadas navideñas en planteles educativos. Lilian Mejía fue a ver a su nieta, uno de los duendes verdes del cuarto de Básica. Aseguró que la integración que vivieron es un ejemplo para que los chicos aprendan sobre el verdadero sentido de la festividad.
Un objetivo similar se trazaron en el Colegio de América. “Si mi sonrisa te sirve de adorno en Navidad, cuenta con ella. Si mi mano te es de ayuda tienes las dos. Si mi corazón te trae felicidad es todo tuyo”, fue el lema sobre el que se preparó el programa de ayer, en ese plantel particular de Quito.
Azucena Narváez, vicerrectora, comentó que este año buscaron que las estudiantes valoraran la paz y la solidaridad -que se extrañan cuando se pierden- como significado de esta temporada.
Eso mostraron las niñas desde primero hasta séptimo de Básica, a través de villancicos, rondas, dramatización del nacimiento de Jesús, bailes y momentos de reflexión en el aula, con la intervención de padres.
Es importante, dijo Narváez, inculcar valores en la fiesta navideña, desde los más pequeños, ya que ellos actualmente viven en una sociedad basada en el consumismo.
“Eso implica remar contracorriente, pero ahí está el trabajo del docente, que no es solo impartir conocimiento”.
La época y la espiritualidad que encierra, más allá de la religión -sostuvo la educadora- es una oportunidad para trabajar con los alumnos en su formación como seres humanos. “Es como sembrar en tierra más fértil, por su edad, para que aprendan a dejar de lado lo material y se proyecten al verdadero significado de la vida”.
En Quito hay 658 485 estudiantes en planteles fiscales, fiscomisionales, municipales y particulares, que volverán a clases el jueves 2 de enero del 2020. Aunque depende de la planificación individual. En la capital suman 1 284 centros.
En la fiscal Eugenio Espejo, 756 estudiantes de primero a séptimo año participaron en el programa organizado por padres y autoridades. Las presentaciones artísticas se realizaron con vestimenta y decoraciones, realizadas usando materiales reciclados.
El objetivo fue promover el cuidado del ambiente y fortalecer la integración de la comunidad educativa, con la colaboración de la familia.
En contexto
Antes de los agasajos navideños, los estudiantes pasaron por evaluaciones del primer parcial del presente año escolar en Sierra y Amazonía. Los 110 días del primer quimestre finalizarán el 19 de febrero del 2020 y el año escolar terminará el 3 de julio.