El fin es investigar las réplicas que están ocurriendo. Foto: Alfreso Lagla/ EL COMERCIO.
El objetivo es estudiar los movimientos telúricos y aprender lo que más se pueda, del terremoto que sacudió la Costa ecuatoriana la noche del sábado 16 de abril del 2016.
Patricio Ramón, geólogo del Geofísico de la Politécnica Nacional, indicó que dada la magnitud del sismo, se tiene mucho que aprender.
Quieren investigar las réplicas que están ocurriendo por lo que pretende instalar una red de instrumentos en la zona del epicentro para registrar las réplicas y estudiar sus características de los movimientos.
La investigación servirá para saber con claridad lo que ocurrió y por lo tanto lo que podría ocurrir en sismos futuros que se presenten incluso con mayor fuerza.
Como parte de la investigación se van a instalar sismógrafos móviles en la zona de Manabí, al menos seis estaciones adicionales.
Ramón aseguró que han recibido ofertas de institutos colegas internacionales que pretenden colaborar con instrumentos no solo sísmicos sino otros aparatos que miden la deformación. El Geofísico cuenta con instrumentos instalados a lo largo de esta la Costa ecuatoriana pero más aparatos podrían dar mayor claridad sobre el fenómeno.
Al momento cuentan con instrumentos que se colocan sobre tierra, pero esperan que institutos amigos del exterior puedan colaborar con aparatos que se ubican bajo el agua.