El Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) descartó este lunes 21 de noviembre un tsunami en las costas ecuatorianas tras el sismo de 7.3 grados de magnitud, que sacudió a Japón.
“Basado en los datos disponibles por el Centro de Monitoreo Oceánico, las características del sismo no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas ecuatorianas y en la región insular” de las Islas Galápagos, indicó el Inocar en su portal web.
El terremoto de magnitud 7.3 se registró a las 05:59 del martes 22 de noviembre, hora local, (21:00 GMT), frente a las costas de Fukushima, a una profundidad de 10 kilómetros, y las autoridades japoneses señalaron que podría provocar un tsunami de entre decenas de centímetros hasta tres metros de altura.
Hasta el momento no se registraron heridos ni daños materiales, excepto un incendio en una refinería, según la televisión pública NHK.
El sismo se sintió en un extenso perímetro de la isla principal de Honshu, incluida Tokio, despertando a millones de habitantes de la región que fue devastada por un enorme tsunami en marzo de 2011.
Los operarios de las centrales nucleares indicaron que estaban observando los datos en sus instalaciones, entre ellas las de Fukushima Faiichi, donde se produjo un accidente nuclear tras el tsunami de 2011.
Según NHK, no se produjo ninguna anomalía en las centrales, que están todas paradas en la región.