Entrevista con Íñigo Salvador, procurador del Estado. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Íñigo Salvador es doctor en Jurisprudencia. Cuenta con estudios de posgrado en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de la Universidad de Ginebra, en Suiza. Fue Decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
A las 15:00 de hoy, el Tribunal de casación de la Corte Nacional de Justicia dará a conocer su sentencia sobre el caso Sobornos. ¿Qué se debe esperar de los magistrados?
Ha sido un juicio maratónico. Todas las audiencias han sido sesudas y largas, sobre todo por el número de procesados, pero hemos llegado a la parte final. Este lunes recibiremos la sentencia y tengo total confianza que esta se dictará apegada a derecho. Es una oportunidad grande para que la administración de justicia demuestre que no está sujeta a ningún tipo de presión. Como Procurador General del Estado espero que la condena sea ratificada.
El expresidente Rafael Correa apareció sorpresivamente en la audiencia y dijo que hay persecución.
A mí me pareció que la declaración del señor Correa no aportó en nada jurídicamente, que es lo que interesaba en una audiencia de casación.
Los tiempos de resolución del expediente también han sido cuestionados, porque hay otros que aún esperan un fallo.
Me parece absurdo reclamar porque un caso avanza rápido; lo que hay que reclamar es que muchos otros avancen lentamente.
A mí me parece que este debería ser el ritmo normal de todos los procesos legales. Ahora, como Procurador del Estado me atengo a lo que los jueces digan. Si los magistrados dicen que el señor Correa intervino como autor e instigador del delito, así debe ser. Es hora de dejar de cuestionar los fallos y los criterios jurídicos de los Tribunales.
¿Cuáles son las vías que tienen los magistrados para pronunciarse hoy?
El Tribunal tiene la posibilidad de rechazar por completo los recursos de casación. Si es así, se deberá cumplir la sentencia inicial. La otra alternativa es que acepten parcialmente. O pueden aceptar todo.
Si se acepta parcial o totalmente la casación, ¿hay nuevas diligencias?
No. El Tribunal de casación tiene que resolver esos temas y se dará a conocer en la sentencia de este lunes.
Los abogados de los procesados dicen que de ser negada la casación recurrirán a recursos de ampliación y aclaración. ¿Pueden hacerlo?
Sí, por supuesto. Hay la posibilidad de que alguno de los temas propuestos no haya sido resuelto por los jueces, entonces existe la posibilidad de que soliciten la aclaración o la ampliación.
Pero tomando en cuenta que esas solicitudes no modifican la sentencia, ¿ante qué instancia jurídica deben presentarlas?
Ante los mismos jueces del Tribunal de Casación.
Ahora, ¿qué precedente deja este caso en el país?
Este caso avanzó porque ha existido una confluencia de personalidades que manejan las diferentes instituciones, como la señora Fiscal General, quien ha conducido una investigación y un proceso judicial con valentía y profesionalismo, pero también de los jueces, que han cumplido con su rol de terceros imparciales. Además, la Procuraduría General aparece por primera vez como un participante activo en estos procesos. La otra lección es que nadie está por encima de la justicia. Tú puedes ser el Presidente más popular del Ecuador, puedes haber estado 10 años en el poder, puedes tener todas las expectativas de volver al poder, pero si cometes actos de corrupción terminarás cayendo.
Hoy se sabrá el fallo de los jueces, pero la recuperación del dinero de la corrupción no se concreta.
Mire, debemos tener primero la sentencia ejecutoriada y en seguida la Procuraduría General del Estado iniciará las acciones de ejecución. Lo más complicado es identificar todos los bienes, porque si fueron capaces de crear una red de corrupción tan compleja es probable que lo primero que hayan hecho es poner a buen recaudo sus bienes. Por ese lado es la primera tarea. Pero tenga usted la seguridad que la Procuraduría tiene eso como su prioridad.
¿Qué tareas ha ejecutado con ese propósito?
En junio de este año conformé una unidad de recuperación de activos que reporta directamente al Procurador y tiene por objeto ejercer todas las acciones necesarias para recuperar los bienes en los más importantes 10 o 12 juicios de corrupción que el Estado ecuatoriano tiene activos en este momento. Son juicios de ahora y del pasado.
¿La recuperación del dinero es una tarea dura?
Es dura, porque como le dije, es complicado determinar dónde están esos activos.
Pero en el país hay un sinsabor por falta de resultados en esa materia.
Estoy de acuerdo con esa apreciación. Sí hay un sinsabor. Pero hay un sinsabor que nace principalmente de la falta de información. Mucha gente cree que ya con la sentencia la recuperación del dinero es fácil. No, hay un procedimiento específico previsto en el Código de Procesos. La primera fase es precisamente la identificación de activos. Si han sido puestos a buen recaudo se complica.
En medio de esto, el exministro Alecksey Mosquera, sentenciado por Odebrecht, ya recuperó su libertad. El exgerente de Petroecuador Marco Calvopiña también hace los trámites para dejar la cárcel. Igual ocurre con el tío de Jorge Glas. Eso acentúa más ese sinsabor en los ciudadanos.
Esto tiene que ver con el régimen de ejecución de penas. Quizá es demasiado laxo. Más pronto salen ellos de prisión que los dineros de la corrupción sean recuperados.
La Fiscalía tampoco ha avanzado en la investigación de los delitos conexos en Odebrecht.
Sé que la señora Fiscal sí está avanzando con las investigaciones.