La información en redes sociales sobre emergencias debe verificarse

Los simulacros apoyan en tareas de prevención y respuesta ante una emergencia. Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Los simulacros apoyan en tareas de prevención y respuesta ante una emergencia. Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Los simulacros apoyan en tareas de prevención y respuesta ante una emergencia. Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Existen varios ejemplos de cómo las redes sociales han sido mal utilizadas en este período, cuando la actividad del volcán Cotopaxi se ha incrementado.

Desde que el coloso inició su reactivación se han difundido -a través de Facebook y Twitter- fotografías de emisiones de ceniza y hasta de lava. O se han publicado mapas que indican el tiempo que demorarían los lahares en alcanzar zonas como Los Chillos. En ambos casos, no tuvieron nada que ver con la realidad ni contaron con el respaldo de expertos en erupciones y riesgos.

Los organismos de respuesta y las entidades que emiten información oficial sobre riesgos emplean también estos medios para difundir información. El alcance que tienen y el ser un canal directo con los usuarios los vuelven requeridos. También están las llamadas tecnologías de información y comunicación (TIC), en especial los teléfonos inteligentes.

Renato Rodríguez, experto en comunicación y manejo de redes sociales, contó que en el terremoto de Haití, por ejemplo, las redes sociales fueron muy útiles. Cuando las personas que quedaron atrapadas empezaron a postear y a enviar mensajes, permitiendo a los socorristas que los puedan ubicar. También se logró priorizar la atención, gracias al sistema de georreferenciación.

Además, los mensajes de redes sociales fueron recopilados y evaluados según la cantidad de personas que necesitaban ayuda en un solo sitio, incluso se lograba determinar la gravedad del evento. En esta parte fue importante su papel, ya que las líneas telefónicas colapsaron, pero redes como Twitter y Facebook fueron los principales canales para transmitir esta información.

En Colombia, la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres generó dos iniciativas: ‘Alerta temprana’ y ‘Yo reporto’. La primera tuvo un desarrollo con Google y brinda en tiempo real todas las alertas hidrometereológicas, así como recomendaciones de qué hacer ante eventos fuertes como ­desbordamientos.

Mientras que la segunda (desarrollada por técnicos colombianos) permitió informar, en tiempo real, sobre la ocurrencia de 17 fenómenos naturales. La información que envía el usuario llega hasta una sala de crisis, donde se verifican los datos y, en caso de necesitarse, se activa el envío de ayuda.
Otro ejemplo positivo se dio en Chile, en abril del 2014, cuando el Sistema de Alertas de Emergencias (SAE) activó el aviso de tsunami después del terremoto en la zona norte del país, que fue enviado por las autoridades pertinentes directamente a los usuarios que se encontraban en zonas de riesgo. Esta no es una aplicación sino un servicio incorporado a los celulares, gracias a convenios con las empresas operadoras. Es un servicio separado de los paquetes de texto, voz y datos, para garantizar que el mensaje llegue, aun cuando la red colapse; tampoco se lo puede desactivar.

Carla Guananga, técnica nacional de comunicación de la Cruz Roja Ecuatoriana, explicó que las redes sociales han tenido un papel importante en las emergencias en Japón, Haití, Chile, Nepal y Siria, ya que acortaron el tiempo y mejoraron la eficacia de las intervenciones. Por ejemplo, en Siria uno de sus usos fue la difusión de los sitios en los que se podía encontrar agua segura y no contaminada.

La Cruz Roja Ecuatoriana emplea múltiples redes sociales. Sin embargo, Facebook y Twitter son las más usadas. Solo en estas dos plataformas cuentan con un alcance aproximado de 250 000 usuarios.

Por estos medios se envían mensajes de prevención combinados con infografías y se responden preguntas que los usuarios comúnmente tienen; por ejemplo, sobre cómo actuar ante la caída de ceniza, qué debe tener la mochila de emergencia y otras relacionadas con prevención. Todos estos contenidos son planificados previamente, señaló Guananga.

La geolocalización es otro de los usos que se puede dar a estas plataformas, explicó Renato Rodríguez. Con esta herramienta se acortaría el tiempo de búsqueda de las personas que se encuentran desaparecidas o se facilitaría el reencuentro de las familias después de una emergencia.

Facebook y Twitter, para el experto, son las plataformas más usadas luego de un desastre natural. Aunque añade
que YouTube, Instagram y Waze pueden apoyar en otras tareas de difusión de información. Según Cobertura Digital, al 2015 se calculan al menos ocho millones de usuarios de Facebook en Ecuador; en el 2009 eran 400 000.

Luis Llumiquinga, experto en gestión de riesgos, explicó que el mensaje debe ceñirse a parámetros netamente informativos, debe ser oportuno, veraz, sin protagonismo ni sensacionalismo.

La solución para Christian Espinosa, director de Cobertura Digital y experto en redes sociales desde hace 15 años, es ‘hacer un ejercicio básico de verificación’ de la información. Esto implica dirigirse a un buscador y constatar si otras fuentes han publicado esa información. “El usuario de redes sociales debe convertir en costumbre el comprobar” y detectar si la información llega de una fuente confiable.

Prevención  

La inmediatez, un contacto directo con las fuentes y la geolocalización las convierten en herramientas potencialmente útiles ante eventos naturales

Aplicaciones que pueden salvar en una emergencia

Facebook

Es útil para coordinar y organizar tareas de prevención en barrios, familias y en el trabajo, mediante la creación de grupos. Durante y después de la emergencia la geolocalización resulta vital.

Instagram 

Esta red social apoya en un segundo momento, cuando el evento natural pasó. Con fotografías se puede ayudar en las tareas de búsqueda y proporcionar información de lugares que requieren atención.

Twitter

Permite acceder a fuentes de información directa, apoya en la búsqueda de personas y es útil
para pedir auxilio cuando no se lo puede hacer por otros medios. Su uso deberá ser responsable.

Otra aplicación IFTTT, entre otras funciones, esta aplicación permite enviar el contenido de un SMS a las redes sociales, de esta manera se puede llegar a más medios para comunicar una emergencia o contactar a un familiar.

En contexto

Con alrededor de 9 millones de usuarios en Twitter y en ­Facebook en el país, las redes sociales se han convertido en un medio influyente y que potencialmente puede ser utilizado para apoyar antes, durante y después
de un desastre natural o una emergencia. Su buen uso
es fundamental.

Suplementos digitales