La indisciplina ciudadana incidió en un mayor contagio en Imbabura

La reactivación comercial en el centro de Ibarra ha generado aglomeraciones de personas en las calles. Foto: José Luis Rosales / EL COMERCIO

La reactivación comercial en el centro de Ibarra ha generado aglomeraciones de personas en las calles. Foto: José Luis Rosales / EL COMERCIO

La reactivación comercial en el centro de Ibarra ha generado aglomeraciones de personas en las calles. Foto: José Luis Rosales / EL COMERCIO

Para Imbabura, agosto y septiembre representan el período más complicado de la crisis sanitaria por el covid-19.

El aumento de la cantidad de contagiados ubica a Imbabura con el número más alto de casos en relación con las provincias de Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos, que conforman la Zona 1.

‘La Provincia de los Lagos’, con una población de 476 257 habitantes, incluso superó a Esmeraldas, que era la provincia con más enfermos.

Esta tendencia en aumento sobre las demás provincias del norte comenzó el 23 de septiembre, de acuerdo con el Ministerio de Salud Pública.

Aunque, en cuanto a la tasa acumulada por cada 10 000 habitantes es baja frente a Carchi y Sucumbíos, que tienen una mayor incidencia.

Según Renzo Vásconez, coordinador de Salud de la Zona 1, la indisciplina ciudadana -pues no se respetan las medidas de bioseguridad- es la principal causa del incremento de contagiados.

Se refiere básicamente al incumplimiento del distanciamiento social, que provoca aglomeraciones innecesarias.

Según el ECU-911, luego de que finalizó el estado de excepción el 13 de septiembre, en la zona norte continuaron las alertas por la presencia de la afluencia de personas en las urbes como Ibarra, Esmeraldas, Nueva Loja y Tulcán.

Entre el 14 y 27 de septiembre hubo 74 alertas y 30 de ellas fueron en Ibarra.
Héctor Paredes, coordinador zonal del ECU-911, explica que la mayoría de aglomeraciones se generó en espacios públicos y sitios de comercio, que van recobrando el dinamismo anterior a la crisis.

En Imbabura se presentaron 1 111 nuevos casos en septiembre y 1 387 en agosto.

Líder Reyes, presidente del Colegio Médico de Imbabura, considera que si bien esas cifras llaman la atención se deben resaltar las respuestas a tiempo que se dieron, como la atención primaria.

Eso ha permitido identificar oportunamente los casos de personas infectadas en centros y subcentros de salud de la provincia, y tomar medidas para contener el virus.

En Ibarra -que reportó el primer contagio el 17 de marzo- está concentrada la mitad de casos de la provincia. El aumento se acentuó luego del cambio de Ibarra a semáforo amarillo, desde el 1 de junio.

Andrea Scacco, alcaldesa y presidenta del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, considera que el alto número de casos positivos también se debe a que es la ciudad más poblada de la provincia.

Sin embargo, explica que luego de que culminó el estado de excepción se reforzaron los controles con operativos conjuntos. En estas acciones participan policías, militares, bomberos, agentes de tránsito y de control municipal.

Una de las infracciones más recurrentes es la presencia de libadores en los espacios públicos del cantón. A ellos se les ha impuesto una multa del 10% del salario básico unificado, según establece la Ordenanza municipal que regula, prohíbe y sanciona el expendio y consumo de licor.

En la ‘Ciudad Blanca’, el ECU-911 detectó 941 casos de bebedores de licor entre el 14 y el 27 de septiembre. En ese mismo periodo, en Esmeraldas hubo 404 casos y mucho menos en Tulcán, con 333, y en Nueva Loja, con 168.
Paredes asegura que desde que se eliminaron las restricciones hay más infractores.

Por esa razón, en Ibarra está prevista para hoy una nueva reunión de evaluación de la Unidad Médica Asesora del COE. Ahí se analizarán nuevas medidas de control.

Adicionalmente, se estudia la reapertura de clases presenciales en la zona rural, el funcionamiento de bares y karaokes, entre otros.

En Otavalo, la segunda localidad de Imbabura con más casos, se monitorea cada semana la evolución del contagio.

Marcelo Burbano, director de Seguridad del Municipio y secretario del COE de Otavalo, explica que en la última reu­nión se decidió suspender las visitas a los ocho cementerios del cantón, hasta fin de año. No se podrá ingresar ni en el Día de los Difuntos.

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