Un incendio registrado en el cerro Auqui, registrado en agosto del 2014. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
Los incendios forestales registrados durante el verano del 2014 se sintieron con más fuerza en la zona rural del Distrito. De los 85 eventos atendidos, 46 ocurrieron en Los Chillos y en Tumbaco. En promedio, en esas zonas se consumieron 346,8 hectáreas de espacios verdes. En todo Quito fueron 594,5 hectáreas.
La falta de vías y la distancia de las estaciones de bomberos son los principales factores que inciden en la respuesta de estos uniformados en la zona periférica, mencionaron dos dirigentes de Píntag, en Los Chillos, e Itulcachi, en Tumbaco.
Gabriel Noroña, presidente de la Junta Parroquial de Píntag, comentó que en este sector la estación más cercana está ubicada en El Tingo, a unos 20 minutos de distancia. En Itulcachi, en cambio, no hay vías de acceso. La zona es agrícola, comentó Santiago Cuichán, dirigente de esta comunidad.
Por esta razón en estos sitios, los moradores consideran que se debe trabajar en campañas de educación para enseñar a la gente a reutilizar los desechos de los cultivos. Con estos se puede elaborar abono natural.
En esta temporada seca, que inició la semana anterior, el Cuerpo de Bomberos tiene previsto reforzar la presencia de las brigadas en los valles para optimizar la atención de las emergencias en sitios alejados, explicó Éber Arroyo, comandante de la entidad.
El Cuerpo de Bomberos cuenta con 1 050 efectivos entre operativos y administrativos. El Plan de Prevención de Incendios se lo presentará en los próximos días. Ahí se expondrán todos los detalles.
Sin embargo, se conoce que una de las medidas que se mantendrá, este año, será el programa denominado Quito Ciudad de Bomberos para motivar a las personas a proteger las áreas verdes y advertir la presencia de fuego. Esto ayudará a reducir el número de incendios forestales. Según cifras de los Bomberos, en el 2014, esto dio resultados positivos. Estos siniestros disminuyeron en un 32% con relación al 2013. Se pasó de 868,2 hectáreas quemadas a 594,5 hectáreas.
Otras acciones en las que se seguirá trabajando serán las torres de control para monitorear la ciudad desde las parte altas y se harán campañas de sensibilización. Arroyo aseguró que el 70% de los incendios son provocados de manera intencional.
Las fogatas, colillas de tabacos, la basura y la quema agrícola producidas o arrojadas por las personas son las principales causas de los incendios forestales. Estos materiales, la vegetación seca y las condiciones climáticas hacen que las llamas se propaguen.
Las temperaturas máximas en el Distrito se elevarán en este verano. Estas alcanzarán hasta los 24 grados centígrados. Habrá vientos de hasta 20 nudos (alrededor de 36 kilómetros por hora). Las ráfagas superarán esta velocidad, pero su duración será más corta, la vegetación será menos húmeda, explicó Marcos Coronel, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
La temporada seca está prevista que se extienda hasta fines de septiembre e inicios de octubre. En este período estará prohibido encender fuego en espacios abiertos. En las zonas rurales los moradores no pueden realizar quemas agrícolas. En los parques y áreas recreativas se cuenta con semáforos para advertir a los visitantes las probabilidades que se suscite un incendio en esos lugares.
Las personas que provoquen de manera directa o indirecta un incendio estarán sujetas a sanciones. El Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece para los responsables pena privativa de la libertad de uno a tres años, según el caso.
Para Carolina Jijón, directora del Jardín Botánico, es necesario que las autoridades inicien con las campañas de educación. Los vientos y las altas temperaturas se sienten ya en el Distrito. Además, la mayoría de áreas verdes en la ciudad tiene bosques de eucaliptos. “Estas especies tienen una resina que hace que el fuego se propague con más facilidad”.
Asimismo, agregó que la gente debe conocer que los incendios forestales destruyen el ecosistema. El fuego afecta a la flora, la fauna, deteriora la calidad del suelo. Para que estos espacios se recuperen deben transcurrir al menos 20 años. El verano ha comenzado.