Incendio en las faldas del Cotopaxi en el sector de Barracas. Foto: Glenda Giacometti/ El Comercio
El Cuerpo de Bomberos del cantón Latacunga y la empresa Aglomerados Cotopaxi no han logrado controlar un incendio que se registra en las inmediaciones del volcán Cotopaxi hoy, lunes 5 de octubre del 2015. Las llamas crecen en la quebrada Barracas, ubicada al nororiente de la provincia de Cotopaxi. El despeñadero está en las cercanías del volcán Cotopaxi.
Las llamas consumieron más de 20 hectáreas de pajonal, matorrales y un bosque de eucalipto. El incendio se inició a las 09:00. La sequedad de la zona hizo que el fuego se expandiera en forma inmediata. Un grupo de trabajadores de la firma Aglomerados Cotopaxi llegó al sitio para ayudar a los moradores del sector. Ellos abrieron líneas de fuego y se practicó una quema de ensanche para evitar que las llamas se propagaran a lo largo de la hondonada.
Javier Suárez, del personal de bomberos de la empresa, indicó que trabajan dos grupos de nueve personas cada uno. Estos se ubicaron en diferentes sitios estratégicos. “Estamos colaborando con la gente de Barracas. También se monitorea desde las torres de observación cercanas al lugar y eso nos está ayudando en la tarea”.
Hasta el lugar arribó Rosendo Chicaiza, vecino del sector, para ayudar a controlar el incendio. Con un azadón abrió una trocha para evitar que el incendio se extendiera por el seco bosque. Estaba temeroso de que su hectárea de eucaliptos se quemara. “Estaban creciendo sin problemas, pero el incendio va a terminar con todo. No sabemos quién lo inició”, contó preocupado.
A esta tarea se sumó José Olmedo. El hombre, de 67 años, se lamentó porque ha cuidado el bosque con dedicación, para venderlo. Con el dinero que conseguía financiaba los gastos de la familia.
El personal del Cuerpo de Bomberos de Latacunga, con ayuda de bate fuegos, lograron evitar que el fuego llegara a zonas en donde hay conejos, lobos y aves. Marco Singaucho fue uno de los miembros de la casa roja que arribó al sitio. Equipado con mascarillas, gafas y trajes especiales laboraron por más de cinco horas para apagar las llamas. “Cortamos con una línea de fuego el paso de las llamas y evitamos que se propagara más arriba”.
El personal de la casaca roja aún continúa en la zona.