Estos mecanismos de color blanco fueron instalados en los parques Pedro Moncayo y Ciudad Blanca, en Ibarra. Foto: José Mafla/El Comercio
La imagen de un perro de color negro con machas cafés que se alimentaba en un dispositivo metálico sorprendió a más de una persona, que transitaba en el parque Pedro Moncayo, el principal de la ciudad de Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, ubicada en el norte de Ecuador.
Se trata de una iniciativa que busca proporcionar alimento a los canes que no tienen hogar. Para ello fueron instalados dos dispensadores de agua y de croquetas, en esta urbe. El segundo está colocado en el parque Ciudad Blanca, en el sur del poblado. Así explicó, Diego Villalba, principal de Medio Ambiente del Municipio de Ibarra.
Para esta iniciativa se trabaja conjuntamente con el Proyecto Sky Come Dog, una organización sin fines de lucro, según el funcionario. Esta agrupación vigila que los aparatos tengan siempre alimento y agua, para que los animales callejeros puedan satisfacer sus necesidades. “Esta es la primera iniciativa que se maneja, de forma coordinada, en la provincia”.
Para María Mera, coordinadora de la organización Pocas Pulgas, es necesario concienciar a la ciudadanía para que los únicos usuarios de estos dispensarios sean los perros sin hogar y no los que salen a pasear con sus dueños. Desde hace cinco años, Pocas Pulgar brinda albergue a los animales enfermos y abandonados.
Estos mecanismos de color blanco fueron instalados en los parques Pedro Moncayo y Ciudad Blanca, en Ibarra. Foto: José Mafla/El Comercio
Actualmente, tienen un refugio en Atuntaqui, cantón Antonio Ante, en Imbabura. Ahí están alojados, al momento, 40 perros.
De acuerdo a Villalba, los dispensadores fueron ubicados en zonas en donde la población canina previamente ha sido esterilizada. La idea, señaló, no es alimentar a los perros para que estos se puedan reproducir masivamente. Es por ello, que desde hace tres meses se trabaja en una campaña de esterilización. Actualmente se han operado a 400 ejemplares.
Según Mera, en Imbabura existen, al menos, cinco organizaciones que protegen a los animales vulnerados.
La castración de los animales es una de las medidas que debe tomar la población, comenta Laura Villareal voluntaria de la asociación Protección Animal Ecuador (PAE). “Con ello se evitaría que nazcan más perros que podrían ser abandonados. La mayoría de canes son rescatados con enfermedades, como el moquillo”, comenta.
Villalba también aseguró que desde diciembre próximo empezará a trabajar en Ibarra una consultoría enfocada al control y fauna urbana. El objetivo es contabilizar el número de canes sin hogar que existen en la capital imbabureña..