El malecón de la calle Alberto Ramos, en Bahía, aún luce sin visitantes. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Los hoteles que no sufrieron daños en Bahía de Caráquez, tras el terremoto del 16 de abril pasado, pueden acoger a 433 turistas, que podrían optar por este destino para el próximo feriado de cinco días.
La capacidad hotelera de la ciudad se redujo en más del 50% tras el sismo. Antes de esa fecha, la oferta de hospedaje era de 900 camas. Seis meses después del movimiento telúrico, solo quedan 11 hoteles en pie, distribuidos a lo largo de la cabecera cantonal.
Todos con poca demanda turística en la actualidad.
El parque de la avenida Simón Bolívar quedó intacto. Allí hay una pista de ‘skate’, para los amantes a ese deporte y juegos infantiles, que no sufrieron daños. El malecón de la ciudad tampoco tiene daños estructurales.
En el Municipio de Sucre consideran que la belleza natural de Bahía (su playa) está intacta. Por eso prepararon una agenda cultural, para el feriado, que coincide con las fiestas de cantonización de la cabecera cantonal (3 de noviembre).
Mientras tanto, los servicios de alcantarillado y electricidad se restablecen de a poco.El que más demoró en reinstalarse fue el de agua potable, según los hoteleros. Ese fue uno de sus principales problemas, porque limitaba la atención a sus clientes. “Tuvimos agua el lunes (17 de octubre), antes de eso teníamos que abastecernos con tanqueros”, contó Consuelo López, recepcionista del hotel Casa Ceibo. El inmueble, con capacidad para 42 personas, está en el ingreso a Bahía.
El edificio de dos pisos, con piscina, gimnasio, cancha de tenis y bar sufrió afectaciones que se remediaron con la inversión de los dueños. Ahora está 100% operativo.
López cuenta que los pocos huéspedes que tienen, desde el pasado 16 abril, son mayoritariamente ingenieros, obreros o voluntarios, que llegan para trabajar en la reconstrucción de la ciudad. Bajaron las tarifas en un 10%, para que sus precios sean competitivos.
La calle que lleva al hotel está en mal estado, pero ya hay maquinaria del Municipio y el Estado que realiza trabajos de mantenimiento. La obra tiene un costo de USD 20,5 millones, según un letrero colocado en la avenida de ingreso a la ciudad.
López dice que aunque los trabajos se realizan a diario, la obra avanza a paso lento. Ella opina que la vía de acceso debe ser prioridad, a falta de ocho días para el inicio de uno de los feriados más largos del año (cinco días), que se iniciará el próximo 2 de noviembre.
Nancy García, del Hotel Bahía, ubicado en el malecón de la calle Alberto Santos, en el centro de la ciudad, dice que hasta ahora no se han reunido con los encargados del Municipio para trazar un plan de acción previo al feriado. Al igual que otros hoteles, ellos están trabajando por su cuenta.
García y López concuerdan en que falta un plan mejor estructurado de promoción turística de Bahía.
Hacia el norte, en la avenida Simón Bolívar y Ascázubi, está el hotel Buenavista. Tras el terremoto, la edificación sufrió daños en su mampostería que se repararon con el pago de un seguro privado, por lo que cerraron durante dos meses.
José Luis Cox, gerente del Buenavista, contó que hasta antes del terremoto había una junta hotelera, pero tras la tragedia no se han vuelto a reunir.
En el Municipio desmienten un supuesto desinterés para promocionar a Bahía como un destino para visitar. Paolo Rodríguez, director de turismo, contó que para el feriado tienen lista una agenda de actividades que se iniciará el 2 de noviembre. Serán presentaciones artísticas, bailes y otros eventos. “Somos un municipio pequeño y hacemos lo que podemos”, dijo.
En el tema del agua, el alcalde Manuel Gilces dijo, en rueda de prensa, que están trabajando para que el problema se solucione definitivamente. Destacó la inversión estatal de USD 1,4 millones para la reparación del sistema integrado, que incluye tanques de almacenamiento.
Según Gilces, sí hay un interés en recuperar el sector turístico de Bahía, pese a que hay 33 edificios con daños estructurales de los cuales solo cuatro tienen orden de demolición.
Pero el Alcalde dice que los atrasos se deben a que la ciudad nunca tuvo la declaratoria de ‘zona cero’, como ocurrió en Manta y Portoviejo.
En el enlace sabatino del pasado 15 de octubre, el presidente Rafael Correa ofreció planes de financiamiento para que los dueños de edificios privados los reparen. Si estos no aceptan, el Estado se encargará de demoler las edificaciones dañadas.
Muchos edificios tienen daños de mampostería y aterran a los turistas, los dueños los tienen botados. Tememos que Bahía pierda cerca de USD 18 millones al año”.