Guillermo Lasso desayunó con un grupo de mujeres este 8 de marzo del 2017. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Antes de las 09:00 seis mujeres líderes de sectores populares, sociales y políticos esperaban para desayunar con Guillermo Lasso. Estaban en una de las mesas del conocido Café de Tere, en el norte de Guayaquil, un sitio que usualmente visita el candidato presidencial Creo-SUMA.
Marisol Chalá, de la parroquia Febres Cordero, María Fernanda Rodríguez, del frente de profesionales, Kerly Angueta, presidenta de Creo-Mujeres, Lorena Alvarado, de Pascuales, Janeth Valencia, del frente femenino Trinisenses, y Marcia Caicedo, de Acuerdo Social por el Cambio.
El candidato llegó de la mano de su esposa María de Lourdes Alcívar y lo primero que hizo fue destacar el papel de la mujer en el país.
Habló a los medios que uno de los aspectos fundamentales es lograr igualdad y equidad, como por ejemplo en el área laboral, en igual responsabilidad, los ingresos de mujeres son menores a los hombres, dijo.
Añadió que hay una larga lista de desafíos por cumplir en el campo educativo y social y la lucha contra la violencia contra la mujer.
En política de prevención dijo que se debe de partir por reconocer que el día de la mujer son todos los días de la vida de un ser humano, que hay que respetarla, desechar la violencia de todo tipo, como sexual y la que acaba con el asesinato de una mujer.
“Hay que luchar, concientizando a diario ese respeto, en un ambiente de paz, para dejar atrás aquel discurso de odio, de división de clases, profesional, de género que ha sido propiciado por el presidente saliente”.
Lasso señaló que el respeto a la mujer no solo es decirle feliz día el 8 de marzo, sino reconocer su importancia en la cotidianidad. Y destacó la presencia de la esposa al lado de un Presiente de la República para demostrar el respeto al valor de la mujer ecuatoriana. Recordó que María de Lourdes ahora está en un rol público pero lo ha acompañado en su vida privada y ha sido una fortaleza en su familia.
Apenas ingresó al café se escucharon los aplausos y los gritos de ‘Lasso presidente’. Grupos de mujeres que desayunaban por el Día de la Mujer y otros que estaban en el sitio se pusieron de pie. Lo llamaban para hacer fotos en las diferentes mesas.
Con las dirigentes de mujeres habló de las políticas en prevención de violencia y reformas que requiere el país.
El desayuno duró más de una hora y luego continuó su agenda en el Guasmo.