Riña entre pandilleros deja 16 muertos en una cárcel de Guatemala

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Reclusos de la cárcel de máxima seguridad Granja Penal Canadá, durante los operativos para retomar el control del centro, luego del amotinamiento que dejó 16 muertos. Foto: EFE

Una riña entre reos de pandillas rivales desatada el domingo 29 de noviembre, en una cárcel de alta seguridad de Guatemala dejó al menos 16 muertos. Las autoridades intentaban este lunes recuperar el control del penal, que fue rodeado por policías y militares, informó el gobierno.

“Estamos coordinando con el MP (Ministerio Público, fiscalía) la investigación por el fallecimiento de 16 reos por riña”, dijo a periodistas el viceministro de Gobernación (Interior), Elmer Sosa.

El mismo funcionario había informado el domingo, en la noche, que eran seis los muertos en la riña en la Granja Penal Canadá, situada a unos 75 km al sur de la capital de Guatemala, pero luego que ingresaron los socorristas al lugar confirmaron que los fallecidos eran 16.

Sosa dijo que las autoridades estaban coordinando, este lunes en la mañana, las acciones para retomar el control de la prisión e indicó que el perímetro fue rodeado por efectivos de la Policía y del Ejército.

Explicó que tenía conocimiento que varios reos portaban armas de fuego, por lo que las autoridades evitaron ingresar la noche del domingo y madrugada de este lunes, para no arriesgar a los miembros de las fuerzas de seguridad y otros internos.

Las autoridades creen que la riña se debió a un enfrentamiento entre pandillas rivales, añadió el funcionario.

En esta cárcel de máxima seguridad había 3 092 reclusos.

En Guatemala, así como en los vecinos El Salvador y Honduras, operan maras o pandillas que controlan barrios marginales y son frecuentes los enfrentamientos a muerte entre bandas rivales para dominar territorios.

Las más poderosas son la Mara Salvatrucha y Barrio 18, cuyos miembros usualmente son recluidos en prisiones separadas para evitar conflictos.

Guatemala está sumida en una ola de violencia, que deja unos 6 000 muertos al año, principalmente por la acción de las pandillas que se dedican al sicariato, la extorsión y el narcotráfico.

En un intento por frenar a las pandillas, el Gobierno guatemalteco lanzó el Plan de Seguridad Urbana, que incluyó el despliegue de casi 800 policías y soldados en la capital.

La inseguridad impuesta por las maras y los planes represivos de los gobiernos han llevado a miles jóvenes de Guatemala, El Salvador y Honduras a adaptarse a una vida de reclusión, sin diversiones y escasa en oportunidades, para eludir una violencia que no da señales de reversión.

En estos tres países del llamado 'Triángulo Norte de Centroamérica', 6,5 millones de jóvenes entre 15 y 24 años (21,6% de la población) afrontan todos los días decisiones vitales de sobrevivencia en la región sin guerra con mayor índice de homicidios en el mundo.

El 'Triángulo Norte', según cifras de los institutos forenses, cerró 2014 con 15 802 homicidios, y está por culminar un nuevo año con cifras lapidarias: de enero a septiembre del 2015 hubo en Guatemala 4, 81 asesinatos y en El Salvador, 4 942. Honduras en el primer semestre sumaba 2 628 homicidios.

Más de 50% de las víctimas en los tres países son jóvenes menores de 25 años.

Cómo vestirse, qué zapatos usar, el más apropiado corte de cabello, los lugares más seguros para visitar y hasta qué calles recorrer son decisiones cotidianas pero vitales.

En la enconada lucha entre pandillas por el control de territorios, centenares de jóvenes han dejado la vida, muchos de ellos inocentemente, porque fueron confundidos con 'mareros' o porque cometieron el error de caminar por una calle en disputa.

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