Guatemala debe aprender 'la lección' para evitar tragedias como la de El Cambray II

Bomberos recuperan el cadáver número 161 del área de desastre tras un deslave en Santa Catarina Pinula hoy, martes 6 de octubre de 2015. Foto: EFE

Bomberos recuperan el cadáver número 161 del área de desastre tras un deslave en Santa Catarina Pinula hoy, martes 6 de octubre de 2015. Foto: EFE

Bomberos recuperan el cadáver número 161 del área de desastre tras un deslave en Santa Catarina Pinula hoy, martes 6 de octubre de 2015. Foto: EFE

Al menos 171 muertos y unos 300 desaparecidos hicieron falta para que Guatemala reconozca que hay que aprender 'la lección' y estudiar medidas para evitar tragedias como la que provocó un derrumbe la pasada semana en El Cambray II.

"Esto puede servir de lección a las municipalidades, que son las encargadas de ver la ocupación de su territorio y de emitir las licencias de construcción, ya que se debe evitar (...) emitir licencias de construcción en lugares en los que se pueda correr un riesgo", declaró hoy (6 de octubre) el ministro de Comunicaciones, Víctor Corado.

En una conferencia de prensa celebrada en la Casa Presidencial tras una reunión del gabinete de Gobierno, Corado reiteró que parte de la responsabilidad de catástrofes como esta recae en las municipalidades, que juegan un papel "muy importante" a la hora de velar por la seguridad de estos asentamientos.

Cinco días después de que una localidad ubicada en el municipio capitalino de Santa Catarina Pinula fuera arrasado por un derrumbe, muchas voces alertaron de que esta situación se podría haber evitado, ya que la zona había sido declarada de riesgo por las autoridades desde el año 2008.

Asentamientos como este, según habían declarado a Efe fuentes de la estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), son consecuencia de una "migración interna" que vive Guatemala, donde la ciudadanía no tiene en cuenta las advertencias de riesgo que impiden construir en laderas o barrancos.

Según un informe de la Conred, fechado el 5 de noviembre de 2014, el sector de El Cambray II tenía "socavación y erosión en terrenos y viviendas", debido a las crecidas del río Pinula sufridas durante varios años.

Entre las recomendaciones, el organismo instaba a la municipalidad de Santa Catalina Pinula a considerar la reubicación de la comunidad afectada "parcial o totalmente" en lugares que reunieran "condiciones aptas para viviendas".

En el caso de mantener la comunidad, agrega el escrito, se debe tomar en cuenta que las viviendas ubicadas al borde del caudal "deben ser reubicadas" y el resto tiene que estar sujeto a un monitoreo constante.

Corado manifestó que las autoridades municipales son las encargadas de tener un Plan de Ordenamiento Territorial y que además deben velar por su cumplimiento.

Las causas de este deslizamiento de tierra, que se registró el pasado jueves en El Cambray II, a unos 22 kilómetros de la capital, serán investigadas por la Fiscalía de Guatemala, que atribuye a la tragedia al menos 171 muertos, de los cuales 111 han sido identificados y 109 entregados a sus respectivos familiares.

El Ministerio Público (MP-Fiscalía) colaboró desde el principio en el trabajo de identificación de las víctimas de este lamentable hecho y ahora también hará la correspondiente "investigación y persecución penal".

El secretario de Política Criminal del MP, Rootman Pérez, indicó que las pesquisas estarán coordinadas por la Fiscalía Municipal de Santa Catarina Pinula y que se centrarán en determinar si "existieron advertencias oportunas del peligro en el lugar", qué acciones realizaron las autoridades responsables y si se cumplieron los requerimientos legales para la construcción de las viviendas.

"Lo que el Ministerio Público busca es el respeto a las leyes del país", indicó Pérez, quien agregó que como en cualquier caso, el ente investigador debe dar un "mensaje ejemplar" de que nadie es superior a la ley.

De acuerdo con la Conred, solo en el área metropolitana hay 232 asentamientos considerados "de riesgo", al estar ubicados en laderas o barrancos, y se calcula que en ellos viven unas 300 000 personas.

En la zona cero de El Cambray II se han extraído hasta el momento 13 000 metros cúbicos de tierra y otros 35 000 fueron removidos con el fin de desenterrar al centenar de viviendas que se calcula quedaron bajo tierra, a unos 25 metros de profundidad.

Bomberos municipales, departamentales y voluntarios, junto con policías, militares y un equipo de rescate mexicano, continúan trabajando con sumo cuidado en el lugar de los hechos, con el objetivo de recuperar a todas las víctimas, que se calcula en cientos.

Las autoridades advirtieron este martes de que, según algunas informaciones, una iglesia evangélica realizaba un acto religioso en el momento de los hechos, y que un grupo de personas, entre ellas decenas de niños, celebraban el Día del Niño en un parque.

El canciller guatemalteco, Carlos Raúl Morales, dijo que Guatemala ha recibido diferentes muestras de solidaridad de todo el mundo y que países como Estados Unidos, Honduras, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Venezuela, Cuba, Colombia, Rusia o Bolivia ofrecieron su apoyo en cualquier ámbito que se requiera.

Decenas de familiares siguen enterrando a sus seres queridos en grandes escenas de dolor que se repiten en varios puntos del país, de donde eran originarios los fallecidos, mientras los supervivientes esperan ver donde serán reubicados. 

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