El presidente del Consejo Estudiantil del Colegio Montúfar, Gonzalo Criollo, confía en “se hará justicia” en su caso. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Gonzalo Criollo, presidente del Consejo Estudiantil del Colegio Juan Pío Montúfar, no se imagina graduándose en otra institución. Él confía en que se “haga justicia” en este caso para retornar a su institución educativa.
Este 28 de marzo del 2016, luego de una reunión que mantuvieron los padres de familia con autoridades del Ministerio de Educación para analizar la resolución de reubicar a ocho estudiantes, Criollo relató cómo se siente con la decisión tomada por la Junta de Resolución de Conflictos.
“Me siento mal, mal, bastante mal. Las decisiones han sido injustas: si la suspensión no fue acertada, la reubicación muchísimo más. Pero confió en que se hará justicia y volveré a mi colegio.
Espero que esto no sea una revancha de parte del Ministerio de Educación. Ojalá no sea así. Confió en que se hará justicia. Creo que mi defecto es no perder la esperanza.
Durante estos días que no he asistido a clases me he sentido bastante mal. No creo que la sanción impuesta sea la manera más acertada de resolver este tipo de conflictos. No ha habido día que no he llorado.
Toda mi familia, mi círculo social, mi novia han sufrido. Ha sido súper complejo, me ha afectado bastante. Por eso, el día que este proceso concluya, no descarto tomar medidas legales. No es posible que por ellos, que por querer vengarse se hayan tomado estas acciones.
Si se pudiese regresar en el tiempo hiciera lo mismo, porque sé que hice lo correcto. Tomaría, nuevamente el micrófono, e hiciera lo mismo. Lo que hice fue lo justo. Eso queda en mi conciencia. Además tengo un colegio que me respalda.
Mis compañeros me dicen que a pesar de que me vaya de esta institución siempre seré un Montúfar. Pase lo que pase, viviré siendo un señor, viviré siendo un MH con orgullo y con honor (sonríe).
Este lunes, cuando ingresé al Colegio, al escuchar a mis compañeros aplaudiendo y gritando “déjenlo volver” se me fueron las lágrimas. Fue un lindo gesto.
El Montúfar es mi hogar, mi familia. Yo no me veo graduándome en otro colegio, podría estar temporalmente en otro plantel. Pero tengo que volver a esta institución. Sé que se hará justicia.
Mi monografía, que es un requisito para graduarme, está lista.
Esta es un análisis político, social y educativo del Colegio Montúfar. A pesar de que por la suspensión, se me hizo complejo trabajar en el tema. Mi tutor me puso 9,84.
En la entrega de deberes hubo también desorganización por parte del Colegio. No se sabe cuándo se debe entregar las tareas. Siento que han estado jugando con nosotros. Ahora mismo no sé a qué colegio pertenezco”.