Las medidas incluyen salud, alimentación, dolarización y producción. El 70% del aparato productivo está parado. Foto: Captura
El Gobierno tiene dos estrategias para enfrentar con más holgura financiera la emergencia sanitaria. La primera es conseguir nuevo financiamiento y, la segunda, emprender un plan para reorganizar el pago de la deuda externa. La explicación la dio el presidente Lenín Moreno, la noche del lunes 24 de marzo de 2020.
El nuevo financiamiento de emergencia ascendería a por lo menos USD 1 600 millones, que comprende 500 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que llegarían en abril; 100 millones de tres multilaterales (BID, Banco Mundial, CAF) y 1 000 millones de deuda bilateral con China, que se espera sean recursos de libre disponibilidad y no estén atados a adjudicación de obras, como ha sucedido en operaciones anteriores con este país, dijo el ministro de Finanzas, Richard Martínez.
La reorganización de la deuda externa será más compleja y tomará más tiempo, coinciden los analistas.
Hasta febrero, el país registraba deuda externa por USD 40 811 millones con multilaterales, bancos, bonos, gobiernos, preventas petroleras y otros; esto es el 37,2% del PIB.
El Gobierno pagó USD 325 millones del capital de una deuda en bonos que vencía ayer, pero dijo que no podrán pagar USD 215 millones en intereses de otros bonos que vencían este mes.
Martínez explicó que el país se acogería al período de gracia de un mes que tienen estos cupones de interés, para luego conversar con los acreedores y llegar a un acuerdo.
José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), señaló que la estrategia de pagar el capital del bono a tiempo permitirá una renegociación más amigable con otros acreedores. “Eso muestra a los mercados que, pese a las circunstancias, el país quiere cumplir con las obligaciones y así se abren nuevas opciones, porque el país va a seguir necesitando deuda”, dijo.
El lunes, Martínez enfatizó que al pagar los USD 325 millones el país podría conseguir nuevo financiamiento, como USD 2 000 millones de un préstamo que estaría por llegar y se usaría, en parte, para prepagar otro endeudamiento.
Carlos de la Torre, exministro de Finanzas, explicó que el Ejecutivo se vio obligado a pagar el bono ayer porque hay deuda externa con cláusulas de ‘default’ cruzado como otros compromisos, como el de Goldman Sachs del 2018. “Si el Ecuador no pagaba el bono, Goldman Sachs cobraba la garantía de USD 1 200 millones que puso Ecuador en ese crédito y hubiera sido peor”, detalló.
Las estrategias de reordenamiento dependerán del acreedor. Para la deuda bilateral con China se pedirían períodos de gracia en el pago de las cuotas o mejores condiciones en amortizaciones, dice Hidalgo.
Para la deuda en bonos, los vencimientos de capital comienzan en el 2022. Finanzas podría negociar con acreedores los vencimientos de interés de corto plazo. Con los bancos de inversión también se podrían pedir períodos de moratoria y extensión en los plazos.
Con los multilaterales, en cambio, hay alternativas como recibir nuevo financiamiento para pagar las deudas que ya están por vencer. También es posible que se reestructuren las condiciones con el FMI.
Ayer, el Fondo anunció que se trabaja en un nuevo programa económico con Ecuador.
Pese a ello, Fitch Ratings volvió a rebajar la calificación crediticia de largo plazo del Ecuador ayer, de CCC a CC.
La firma aseveró que el cambio se debe a que hay expectativas de que Ecuador caiga en ‘default’; es decir, que no pague sus deudas con acreedores extranjeros, luego de que el Gobierno anunciara que buscará renegociar sus compromisos.
El Gobierno priorizará los recursos para cuatro objetivos: salud, alimentación, sector productivo y para fortalecer la dolarización. El estado de excepción en el que permanece el país ha originado que alrededor del 70% del aparato productivo pare sus operaciones. El 30% que está trabajando, no está operativo por completo, estimó Iván Ontaneda, ministro de la Producción.
Solo el sector comercial ha perdido alrededor de USD 386 millones en estos siete días.
Felipe Ribadeneira, Presidente de Fedexpor: ‘Diferir pago del impuesto’
Hay que preservar la liquidez de las empresas para que puedan pagar los salarios. Para ello, planteamos prorrogar y diferir el impuesto a la renta, que se pagar en abril. Es decir, que se cobre desde junio o julio y que el pago se haga en seis o doce meses. Y aplicar esto mismo con las retenciones de renta y declaraciones de IVA. No se necesita reforma para eso. Y agilizar la devolución de impuestos para exportadores.
Patricio Alarcón, Presidente de la CCQ: ‘Diferir pago de utilidades’
Sin liquidez, se quiebra. Por eso, se plantea diferir pago de impuestos y utilidades. El Ministerio de Trabajo debe emitir acuerdos para permitir pagar lo justo y necesario a los empleados hasta retomar la normalidad. El IESS podría diferir pago de aportes o no generar mora patronal estos días. Es momento de trabajar en la reforma laboral para subir la jornada, eliminar recargo de contratación eventual, etc.
Rodrigo G. de la Torre, Cámara de Agricultura: ‘Ir a reforma laboral’
Se debe ir a una reforma laboral para liberar el tema salarial, es decir, que la relación laboral se dé con base en el acuerdo entre las partes. En cuanto a lo más urgente, se debe apoyar de manera directa y frontal todo lo que tiene que ver con la cadena logística tanto de transporte de finca a planta como de finca a mercados y de planta a supermercados mercados y tiendas. De esta manera, se garantiza el abastecimiento.
Gustavo Ruiz, Capeipi: ‘Impulsar el consumo local’
Garantizar el consumo de la producción local y para ello suspender la importación de productos excepto aquellos para atender la emergencia, insumos y bienes para la producción. Para estos últimos, eliminar el ISD y arancel del 0%. Se deben condonar intereses de los préstamos para compra de activos fijos, capital de trabajo o tarjetas de crédito en la emergencia. Diferir pago de aportes al IESS, utilidades, impuestos y servicios básicos.
Pablo Zambrano, Cámara de Industria: ‘Diferir pago de aportes’
Se requieren dos cosas: darle un respiro al sector productivo en lo que tiene que ver con liquidez y generar una mayor flexibilización en el tema laboral, en
especial por la paralización de las empresas. Es complicado que las empresas puedan cumplir con todas las obligaciones patronales en este momento. Es importante que exista una prórroga en el pago de impuestos y en las obligaciones patronales al IESS.
Leopoldo Ocampo, Cámara de la Construcción: ‘Diferir pago de salarios’
El tema laboral es sensible. ¿Cómo pagamos sueldos si no tenemos ingresos? Hay que analizar la opción de diferir en dos pagos, por lo menos, los sueldos de este mes. Si estamos pidiendo que se difieran algunas cosas, como impuestos y arriendo, también deberíamos analizar la posibilidad de diferir los sueldos, en los casos que sean susceptibles y sin que hayan abusos por parte de algunos empleadores.
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