Un grupo de trabajadoras coloca las frutas en las cajas de cartón. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Pitahaya, tomate de árbol, mora, aguacate y pepino dulce son las principales frutas que se exportan desde Ambato hacia Estados Unidos.
La apertura de ese mercado para la venta de pitahaya permitió a Tungurahua contar con un centro de acopio de productos frescos, entre frutas y hortalizas, para la exportación. Desde ahí se pueden enviar 59 tipos de productos.
Este se encuentra en uno de los galpones del Parque Industrial de Ambato y tiene capacidad para acopiar 50 000 kilos diarios; en la actualidad salen hasta 30 000 kilos por día, dependiendo de la temporada de cosecha de las frutas.
Pero la mayor demanda de envíos es de pitahaya. Aunque en la primera semana de diciembre se empacaron 700 kilos de tomate de árbol, como una muestra para una posterior exportación.
La fruta se cosechó en el sector de Bellavista, en Salcedo. Esta zona del sur de Cotopaxi está declarada libre de la mosca de la fruta y otros insectos.
Luis Aguas, dueño de la plantación de tomate de árbol, contó que envió el producto en varias gavetas en un camión, al centro de acopio. El trayecto duró 30 minutos.
El agricultor, de 68 años, indicó que el producto fue cosechado en tres hectáreas, monitoreadas por técnicos de Agrocalidad por más de un año.
“Tener un centro de acopio en la región central del país nos permite abaratar costos. Estamos esperando una nueva producción para exportar”, aseguró Aguas.
De pitahaya se empacan entre 5 000 y 30 000 kilos diarios, que salen directamente al aeropuerto Mariscal Sucre en Quito hacia Estados Unidos.
También se envían contenedores del puerto de Guayaquil, para los mercados de Hong Kong, Dubái, Canadá, Francia, España y otros países.
“Logísticamente, la ciudad permite captar la fruta de la Costa y la Amazonía. Asimismo, movilizar la fruta con rapidez vía terrestre a los lugares por donde se exporta la fruta”, aseguró Juan Vera, dueño del centro de acopio y de la empresa Ecuador Divine, que funciona desde el 2017 y desde ese año exporta las frutas.
Los cargamentos de la pitahaya (de color amarillo) llegan desde los campos de producción en el cantón Palora, en Morona Santiago; Pastaza y Pichincha. En menor cantidad arriba la pitahaya de color rojo, que se cultiva en Los Ríos, El Oro y Guayas.
Vera indicó que el traslado de la fruta entre los climas subtropicales y andino del país permitió un mejor control de insectos, hongos y otras plagas que pudieran afectar a la fruta.
“Realizamos una operación diferente en Ambato con el fin de que la pitahaya tenga una mayor vida útil y no pierda la cadena de frío”, aseguró Vera.
En el centro de acopio laboran entre 180 y 200 personas.
La cantidad de trabajadores varían de acuerdo con la fruta que llega para ser empacada.
Todos los obreros visten mandiles y protectores en su cabeza y manos. Esta es una de las exigencias de Agrocalidad y del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (Aphis) del Departamento de Agricultura de EE.UU. para exportar el producto.
También se cuenta con una guía de control donde se detalla la cantidad de la fruta, el productor, la cosecha y la provincia de donde proviene.
Las cuatro áreas donde se hace el proceso están revestidas con finas mallas blancas. Whendy Vera monitorea el proceso de embalaje de la pitahaya. La joven se apoya con un grupo de mujeres expertas en la limpieza de la fruta.
Unas se encargan de sopletear (solo con aire) el producto con el propósito de eliminar los insectos y que no exista daños en el fruto que provoquen su rápida maduración. Otras limpian y las clasifican de acuerdo con su tamaño y grosor.
La fruta se empaca en cartones de entre 25 y 45 kilos.
Mónica Jara, representante legal de la empresa Dragón Fruit Palora, exporta la pitahaya por ese centro. Esta joven empresaria envía una parte de lo que se cosecha en San Vicente de Tarqui, en Palora, a EE.UU. y al mercado asiático.
Jara cuenta que para la exportación un grupo de técnicos del centro de acopio la apoya desde el año pasado. “Enviar la fruta a la Sierra nos asegura que ningún insecto vaya en el productor. Nos interesa tener la apertura del mercado de Estados Unidos”.