La francesa Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Foto: EFE
El último informe sobre las perspectivas de la economía mundial, divulgado ayer, 12 de abril, por el Fondo Monetario Internacional (FMI), no resulta optimista para Ecuador.
En su reporte sobre el país, el organismo internacional prevé una caía del Producto Interno Bruto (PIB) para los próximos dos años, de 4,5% este año y de 4,3% en el 2017.
Pero, además, proyecta que el desempleo se ubicará en 5,74%, casi un punto porcentual más que la cifra del año pasado, que fue del 4,77%.
El FMI sostiene que los pronósticos para el país son sumamente inciertos, al considerar que dependen de la disponibilidad de financiamiento externo. En ese sentido, el escenario pesimista lo atribuye a cuatro factores: caída de los precios del petróleo, pérdida de competitividad provocada por la apreciación del dólar, problemas de consolidación fiscal y las difíciles condiciones de financiamiento.
Sobre la caída de los precios del crudo, el FMI considera que sus consecuencias podrían obligar a los países latinoamericanos que exportan petróleo a recortar el gasto más de lo pronosticado en su informe. “Podría haber un nuevo repliegue del gasto si desmejoran las condiciones financieras mundiales”.
En febrero pasado, Diego Martínez, gerente del Banco Central del Ecuador, indicó que este año se espera una actividad económica moderada, por debajo del 1% proyectado inicialmente.
Luego dijo que el crecimiento podría estar en el orden del 0,3% este año, similar al 2015, “pero seguimos creciendo”, insistió.
Para hacer frente a la caída de ingresos fiscales y problemas en su sector externo, el Gobierno impuso salvaguardias a las importaciones y recortes del gasto corriente.
Para el Gobierno, los ajustes realizados han dado resultados. El presidente Rafael Correa destacó el pasado 30 de enero, durante una de sus sabatinas, la eliminación del subsidio a los combustibles para la industria, lo que permitió un ahorro de USD 75 millones. En cuanto a las salvaguardias, añadió que con ellas se recaudó alrededor de USD 640 millones. “Si suman todas esas cosas, redujimos casi 4,5% en términos netos el impacto fiscal, generando ingresos adicionales por USD 1 275 millones”.
Además, remitió una reforma tributaria que está en análisis de la Asamblea.
Pero, según analistas, las medidas son insuficientes para cubrir un hueco fiscal, que se ubicaría entre USD 8 000 y USD 11 000 millones.
El exministro de Economía del actual Régimen, Fausto Ortiz, considera que las previsiones del FMI son negativas porque el organismo considera que el Gobierno no va a poder conseguir todo el financiamiento que requiere para atender el déficit fiscal. “Hasta la fecha solo ha conseguido USD 2 500 millones, que equivale al 25% de la brecha financiera total”.
En su meta por conseguir dinero fresco, Ecuador concretó en enero pasado un nuevo préstamo de China.
Con el crédito de USD 970 millones, el saldo de la deuda con China alcanzó a febrero pasado USD 6 395 millones, lo que significa 18% de la deuda pública ecuatoriana, situada en USD 34 343 millones. Para Ortiz, los recursos de China apenas alcanzan para cubrir la deuda interna con el Banco Central, “que es de muy corto plazo”.
Para Jorge Calderón, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, los pronósticos del FMI reflejan la dependencia del Ecuador del sector petrolero. “Son perspectivas que ya se esperaban, con una caída del precio del crudo que ha generado un importante impacto”.
Calderón considera que el intento del Gobierno de restar protagonismo al petróleo como principal fuente de ingresos, a través del cambio de la matriz productiva, no ha sido suficiente.
El presidente del Colegio de Economistas del Guayas, Larry Yumibanda, cree que el Gobierno debería poner mayor atención a la depuración del gasto corriente. “Hay un sinnúmero de ministerios que han hecho que el gasto público haya aumentado”.
Calderón coincide con esto. “Ya se evidencian recortes, como la no renovación de contratos ocasionales, pero todavía es suficiente. Debe revisarse por ejemplo la función que tienen entidades púbicas que hasta triplican sus competencias”.