Familia del perro envenenado no buscaba el despido del agente de tránsito

Amrok falleció este 29 de diciembre de 2017. El video de su traslado a una clínica veterinaria ubicada en Quito se volvió viral en redes sociales. Foto: captura.

Amrok falleció este 29 de diciembre de 2017. El video de su traslado a una clínica veterinaria ubicada en Quito se volvió viral en redes sociales. Foto: captura.

Amrok falleció este 29 de diciembre de 2017. El video de su traslado a una clínica veterinaria ubicada en Quito se volvió viral en redes sociales. Foto: captura.

La sanción aplicada a un agente civil de tránsito ha generado un debate en redes sociales. El agente fue separado de la institución, tras retener a un vehículo que trasladaba a un perro envenenado. Los propietarios del animal argumentan que esa no fue la intención.

El caso de Amarok, un akita japonés, se hizo viral por la difusión de un video donde se puede observar que el agente detiene el vehículo, ya que el perro iba acompañado por una persona en el balde de la camioneta.

“Hoy hace unos minutos me detuvieron por traer a una persona en el balde de mi camioneta que venía cuidando a mi perro envenenado”, publicó Saúl Falconí, quien trasladaba a la mascota para que sea atendida.

Según Estefanía Sigcho, miembro de la familia propietaria del animal, se sienten apenados ya que la intención del video era “generar consciencia hacia las maneras de actuar en emergencias”, pero no cree conveniente que se haya separado al agente de la institución.

Para ella, el objetivo era que se instruya a los miembros de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) sobre cómo deben actuar ante estos casos y no cree que esta haya sido la solución.

Falconí explica que va a realizar un video para expresar su postura, pero adelantó que no considera correcto que se amenace al agente de tránsito a través de redes sociales. A través de la web, se ha difundido la imagen del agente y los usuarios han expresado sus posturas en diversas páginas.

Shady Heredia, activista y veterinaria, coincide en que la solución del caso no era despedir al agente. “Fue una medida desesperada por hacer que las personas dejen de hablar del tema”, considera.

Aunque la activista no está de acuerdo con el accionar del agente, para Heredia se debió poner una sanción dentro del trabajo y proponer talleres educativos.

Por otro lado, Maritza Rubianes, integrante de Catman y Dogin Rescate Animal y activista por los animales, está de acuerdo en la medida adoptada. “Me pongo a pensar que hubiese pasado si hubiese sido una persona. En ese caso, nadie estaría cuestionando si fue o no correcto que la persona salga de la agencia”, dice.

Para esta activista, aunque parezca una medida drástica, es una forma de marcar un precedente para que no vuelva a ocurrir en el futuro.

Según la AMT, la destitución del agente se basó en una falta grave al contravenir el artículo 249 del Código Orgánico Integral Penal, que señala que: La persona que por acción u omisión cause daño, produzca lesiones, deterioro a la integridad física de una mascota o animal de compañía, será sancionado con pena de 50 a 100 horas de servicio comunitario. Si se causa la muerte del animal será sancionado con pena privativa de tres a siete días.

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