La zona de posproducción de la finca El Chiván, que envía flores de verano. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Los exportadores se alistan para asumir temporalmente el pago del arancel de los productos que envían a EE.UU., una vez que terminen los beneficios del Sistema General de Preferencias (SGP) que otorga ese país.
El mecanismo -que permite que alrededor de 300 productos de la oferta exportable nacional ingresen sin pagar aranceles al mercado estadounidense- estará vigente solo hasta el 31 de diciembre.
El Gobierno estadounidense debe enviar un proyecto de Ley para ampliar el plazo de vigencia del SGP; sin embargo, hasta la fecha no lo ha hecho.
El Gobierno de Ecuador confía en que este beneficio se renovará, pero de forma tardía; es decir, en el primer trimestre del 2018, dijo hace unos días el viceministro de Comercio Exterior, Humberto Jiménez.
En tanto, la Aduana estadounidense comenzará el cobro automático de aranceles a partir del 1 de enero próximo. El valor puede sobrepasar el 10%, según el tipo de producto.
Los vegetales congelados pagarán 14,9%, según la Asociación de Productores de Frutas y Legumbres (Aprofel). Entre ellos están romanesco, coliflor, espinaca y zanahoria, en presentaciones separadas o mix de verduras. El brócoli no está bajo el SGP.
Rafael Gómez de la Torre, titular del gremio, sostuvo que hasta que se concrete la ampliación del SGP, que puede ser más allá de enero del 2018, el sector asumirá el pago por el arancel.
Por ahora, EE.UU. no ha frenado el volumen de compra de vegetales congelados. Al país del norte se envía el 40% de estos productos.
Pero De la Torre advierte que de no ampliarse el SGP o de no crearse un mecanismo compensatorio por parte del Gobierno, es probable que desaparezcan las exportaciones de los vegetales protegidos bajo este beneficio.
Los empresarios creen que es un duro golpe, ya que se trata de una oferta exportable nueva, que está intentando ganar mercado. “Con esto van a quedar sepultados. El arancel supera el margen de utilidad”, dijo De la Torre.
Los vegetales congelados tienen competidores en México, Guatemala, Colombia y Perú. Esos países tienen acuerdo con EE.UU. por lo que los compradores podrían preferir adquirir el producto en esos destinos.
La Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) calcula que en el primer año sin SGP la pérdida para el país será de USD 39 millones.
Mientras más dinero pierdan los exportadores, menos rentable será enviar productos al extranjero. Eso implica menos divisas que ingresan al país, necesarias para fortalecer la dolarización.
Daniel Legarda, presidente de Fedexpor, indicó que las exportaciones a EE.UU. han crecido en la mayoría de los rubros, aunque menos que las de los competidores.
El mango de Perú y Brasil, por ejemplo, rivaliza con el nacional. Esta fruta también se quedará sin los beneficios del SGP a partir de enero.
Bernardo Malo, miembro del Directorio de Fundación Mango Ecuador y gerente de la empresa Refin, dijo que asumirán el pago del arancel, que es de USD 0,066 por kilo.
La temporada de exportación de la fruta es entre octubre y la primera semana de enero. El pago del arancel en EE.UU. será para el remanente de la temporada.
Malo estima que se enviará al mercado del norte un millón de cajas en ese período, lo que implica un impacto económico de USD 260 000 en aranceles. El 92% de las exportaciones de mango va a ese país; en el caso de las flores es el 60% (incluidas rosas). Las rosas no están dentro del beneficio. Sin SGP, flores de verano y buqués pagarán aranceles.
Pablo Viteri, quien exporta ambos productos a EE.UU., indicó que sin necesidad de haberse contactado con los compradores sabe que le trasladarán el valor del arancel. Entre las flores de verano que serán gravadas con 6,4% están áster, gypsophila, hypericum, girasoles, lirios, crisantemos, orquídeas, gerberas, etc. Los miniclaveles también tendrán que pagar un arancel, pero de 3,4%.
Viteri explicó que, por ahora, los importadores estadounidenses no han reducido el volumen de compra de productos ecuatorianos. Ellos ya tienen sus fincas calificadas en el país y en Colombia, por lo que no quieren arriesgar.
El empresario calcula que el impacto de la pérdida del SGP para su finca será de USD 35 000 a 40 000 anuales.