La exestación La Y y el paso peatonal están deteriorados. Las paredes están grafiteadas y las jardineras, dañadas. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Las puertas y las rejas de la deshabilitada Estación Norte del Trole están oxidadas, los jardines lucen descuidados y los muros están cubiertos de afiches y grafitis. Los pasillos se ven desde afuera empolvados y llenos de hojas secas.
En los espacios al aire libre se observa basura y hasta tablas en el piso. En la acera, una caja de revisión se ha vuelto un riesgo para los peatones, especialmente en la noche, pues no tiene tapa. Ese lugar, antes frecuentado por un promedio de 30 000 pasajeros cada día, hoy es un espacio abandonado y en completo silencio.
Arelis Posso tiene un negocio cerca de la puerta, en la acera de la avenida 10 de Agosto. Desde hace dos años ofrece platos típicos y su negocio iba bien mientras había pasajeros. Pero desde el 1 de junio del año pasado, el panorama cambió. Ahora “se vende muy poquito y no nos dieron la reubicación”, dice la mujer, que este lunes 17 de junio del 2019 entre las 11:00 y las 11:30 solo atendió a dos clientes.
El lugar no solo está descuidado, sucio y abandonado. También se ha vuelto inseguro. Posso ahora tiene los bancos para sus clientes guardados en el pequeño quiosco. Solo los saca cuando un cliente los va a usar, porque ya se los han robado por dejarlos junto a su negocio. También se vio obligada a comprar una cadena para el cilindro de gas. Ahora su clientela, mayoritariamente, son personas que la conocen y cuando pasan por ahí se detienen a comer algo.
En esa media hora, apenas 10 personas pasaron por ese sector. La mayoría es gente que va a retirar su vehículo del patio de retención, que está junto a la vieja estación.
El punto BiciQ que funciona allí, este lunes no tenía ninguna bicicleta. Solo llegó un usuario con una en la que se transportó para hacer un trámite cerca. Era Milton Anaguano, quien dice que esta zona está abandonada y no es nada comercial, por lo que se ha vuelto insegura. Él cree que se debe hacer un nuevo diseño, que dé movimiento y vida a este espacio que antes era muy activo.
El cambio también lo sienten los taxistas que antes recogían pasajeros allí. Livington Estrella dice que toda actividad económica bajó y la avenida quedó desierta en esa acera. Él cree que podría usarse el predio para otra estación de buses o algo similar, porque ahora la avenida y la calle Río Cofanes se han vuelto sitios de constantes asaltos, por lo solitarias.
El 2018, el Municipio tenía previsto rematar el predio para que allí se levantara un proyecto inmobiliario con oficinas y departamentos. Pero luego se convocó al Concurso de Ideas Microcentralidad La Y, junto con el Colegio de Arquitectos, para hallar una mejor idea para el futuro del predio -de 31 700 m²- acorde con el plan Quito Visión 2040.
Hoy es un sitio vacío. Antes del 1 de junio del 2018 recibía a 30 000 pasajeros al día. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El objetivo, como una microcentralidad, era que este espacio ofreciera servicios, áreas comerciales, opciones de entretenimiento y cercanía a dependencias públicas a sus habitantes y usuarios.
El jurado que estuvo conformado por los arquitectos Verónica Arias, Carlos Banderas, Christian Parreño, Alberto Rosero y Christine Van Sluys emitió su veredicto el 26 de febrero de este año. Señaló que la mayoría de proyectos no cumplía con las bases del concurso o no presentaba rigurosidad técnica.
El ganador fue un proyecto llamado Propuesta de Escalón Ecológico, centro tecnológico y nodo vital residencia urbana, y fue presentado por un equipo de arquitectos encabezado por Santiago Gómez. Este proyecto ganó por acercarse al concepto requerido en lo ecológico, urbano y movilidad. Sin embargo, el jurado consideró que “no desarrolla de manera coherente y completa una estrategia de diseño urbano y arquitectónico”.
Al respecto, el secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda, Rafael Carrasco, explicó que están revisando las propuestas finalistas y la ganadora. Pero subrayó que el futuro de la antigua estación es importante porque está sobre un eje estratégico, que es la avenida 10 de Agosto, y que se conecta con el parque Bicentenario. Este predio será parte de un plan de uso y gestión de suelo que cruzará la ciudad, incluyendo las avenida 10 de Agosto, calle Guayaquil y avenida Maldonado.
El concejal Luis Reina, de Compromiso Social, dijo en la primera sesión de la Comisión de Presupuesto, que este predio no debería venderse, porque podría servir para un proyecto cultural o de vivienda social. La propiedad municipal forma parte de unas 14 000 que tiene el Municipio, informó la Administración General. La entidad debe entregar un informe sobre cuántas pueden ser rematadas. Pero adelantó que el 18% está deteriorado.