Los eventos por fiestas de Quito se realizarán de forma virtual

En el parqueadero de la empresa La Chiva de Mi Pueblo, personal realizó ayer mantenimiento a las unidades. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

En el parqueadero de la empresa La Chiva de Mi Pueblo, personal realizó ayer mantenimiento a las unidades. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

En el parqueadero de la empresa La Chiva de Mi Pueblo, personal realizó ayer mantenimiento a las unidades. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Fiestas de Quito sin coches de madera, chivas ni desfiles. Navidad sin pases del Niño. Y año viejo sin concursos de monigotes. Este año, el covid-19 alteró las festividades de diciembre en la capital.

Para evitar un pico en el número de contagios, el Municipio decidió suspender los programas públicos. Santiago Guarderas, vicealcalde de Quito, indicó ayer, 17 de noviembre del 2020, que solo se autorizarán actividades que garanticen bioseguridad.

Habló de 166 eventos y dijo que en su mayoría son ferias navideñas. A través de la Secretaría de Desarrollo Productivo, se lleva adelante un plan piloto para la implementación de ferias. No obstante, no se conoce dónde se ubicarán ni cuántas serán, todo depende de la aprobación de la Secretaría de Salud.

Según el Municipio, no se podrán realizar ferias que no hayan sido registradas en este plan, por lo que hay preocupación entre los comerciantes.

Años atrás, al llegar diciembre, Esthela Domínguez junto con otros vendedores se organizaban para alquilar un garaje en La Marín y hacer una feria en la que se expendían juguetes, dulces, papel de regalo, bolsas de colores y adornos navideños a precios módicos.

La mujer dice que la situación es difícil, porque algunos de sus compañeros ya compraron adornos, luces y árboles de plástico para negocio.

Trajeron la mercadería de Guayaquil y temen que si no les permiten vender, perderán la inversión. “Los bombillos y las luces se dañan cuando permanecen mucho tiempo guardados”. Domínguez comentó que hizo un préstamo de USD 1 000 y aspiraba a pagarlo con las ventas de diciembre.

Cecilia Achig es presidenta de la Asociación Diego de Almagro, que cada año reunía a 22 personas en uno de los estacionamientos de La Carolina.

Señala que el año pasado laboraron a pérdida y con sus colegas este 2020 tenían previsto vender la mercadería que les sobró. “Nos acercamos a entregar la solicitud para comenzar la feria. Nos dijeron que a fin de mes nos iban a dar una respuesta”.

El COE Metropolitano decidió suspender la emisión de permisos de funcionamiento para eventos masivos. Ni siquiera los barrios podrán realizar bailes o elecciones de la quiteña bonita.

El alcalde Jorge Yunda aclaró ayer, 17 de noviembre, que pese a que no se realizarán festividades en diciembre, se buscarán maneras de celebrar de manera virtual, desde los teatros, museos, iglesias y más escenarios.

Yunda aseguró que han hablado con la Dirección de Mercados y que se permitirá el expendio de artículos navideños sin aglomeraciones, para apoyar la reactivación económica con disciplina.

La Secretaría de Cultura informará, el 26 de noviembre, el cronograma oficial de actividades virtuales con que se conmemorarán los 486 años de fundación de Quito.

Francisco Pérez, director de Políticas y Planeamiento de la Secretaría de Salud, expresó que es necesario tomar estas medidas para evitar un rebrote en enero y un posible colapso del sistema sanitario.

Las autoridades hicieron un llamado para celebrar con responsabilidad. Aconsejan que las reuniones familiares concentren como máximo 10 miembros y que se realicen en espacios abiertos.

Entre las recomendaciones de la Secretaría de Salud están salir de casa solo si es necesario, usar mascarilla en las reu­niones familiares y evitar los lugares concurridos.

Tampoco es prudente realizar festejos de Navidad en hoteles, restaurantes o locales. Es preferible optar por pedir alimentos a domicilio y consumirlos con el núcleo familiar, en la seguridad del hogar.

También se prohibirá la operación de chivas, buses party’, discotecas móviles y similares.

Diego Artunduaga, presidente de la Asociación de Chivas (18 socios), cuenta que hay empresas que prestan el servicio durante todo el año y se mantienen con eso. Usualmente, cada semana, tenían entre 20 y 30 contratos. Pero desde la llegada de la pandemia no han trabajado.

“Teníamos la esperanza de reactivarnos en diciembre. Una empresa que cuenta con 10 vehículos, por ejemplo, podía hacer hasta 400 contratos”.

Artunduaga explica que están organizados y que han diseñado sus propios protocolos. Han colocado señalética, dispensadores de gel y han adquirido termómetros.

Además, todos los autos deberán pasar por un proceso de desinfección, antes de empezar a trabajar y al terminar.

El uso de mascarilla sería obligatorio y el canelazo ya no se repartiría en vaso, sino en una botella de plástico personal. Las chivas con capacidad para 50 personas solo trabajarían con 20 o máximo 25.

El recorrido tomaría dos horas y debido al diseño de la chiva habría buena ventilación.

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