Españoles piden apoyo para salir del Ecuador

Un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana transportó ayer a un grupo de niños ecuatorianos que estaba en Arica, Chile. Foto: cortesía El Diario (Manabí)

Un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana transportó ayer a un grupo de niños ecuatorianos que estaba en Arica, Chile. Foto: cortesía El Diario (Manabí)

Un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana transportó ayer a un grupo de niños ecuatorianos que estaba en Arica, Chile. Foto: cortesía El Diario (Manabí)

Hasta la tarde de ayer, 20 de marzo del 2020, Laura, una de las voluntarias españolas que no pudo abordar el vuelo de Iberia en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil, tras el bloqueo de la pista de aterrizaje, aún permanecía en la urbe porteña. La extranjera pidió apoyo a las autoridades para poder retornar a su nación.

La profesional es una de casi 1 000 españoles que se contactaron con los consulados de ese país en Quito y Guayaquil, con la intención de salir de Ecuador, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Lo hicieron por teléfono y a través de las redes sociales de la misión diplomática.

Un vuelo, con 300 de ellos, saldrá este domingo 22 de marzo desde Quito, en un avión de Iberia que llegará sin pasajeros procedente de España. Ayer, 20 de marzo, se esperaba que 470 personas dejaran Quito en dos vuelos humanitarios con destino a Europa, según Quiport, la operadora del aeropuerto Mariscal Sucre. 270 debían ser trasladadas en un vuelo de Air France hasta París a las 21:25 de ayer. Otras 200 lo hicieron a las 17:35 en KLM, volando desde la capital ecuatoriana hacia Ámsterdam.

“Los aviones llegan a Ecuador solo con su tripulación y salen rumbo a sus destinos con los pasajeros”, explicó Luis Galárraga, vocero de Quiport. Ambas aerolíneas tienen previsto efectuar otros vuelos durante el fin de semana.

La salida de los extranjeros se complicó tras la declaratoria de estado de excepción para contener el avance del covid-19. La medida implica restricciones para la movilidad interna y externa.

“El problema que están teniendo es que la mayor parte de ellos no está en Quito ni en Guayaquil, sino que se encuentran bastante dispersos, y los consulados están ahora mismo en esa labor de llevarlos a esas ciudades como puntos de concentración a partir de los que puedan regresar a España”, dijo a este Diario un vocero del Ministerio español.

El Gobierno de ese país, debido a la crisis generada por el coronavirus, recomendó a sus ciudadanos que regresen para acogerse a las medidas de confinamiento. Cuando esa nación fue decretada en emergencia, el 14 de marzo pasado, 1,8 millones de ciudadanos se encontraban de viaje por el mundo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de España pidió garantías a Ecuador para que los vuelos puedan aterrizar.

Si bien las autoridades del Gobierno español no han emitido un pronunciamiento oficial al respecto, el eurodiputado José Ramón Bauzá llamó a que la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, al menos se disculpase públicamente por haber dispuesto que una docena de carros municipales invadiera la pista del aeropuerto.

Bauzá, quien exigió un pronunciamiento del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, dijo que la actuación de Viteri puso en riesgo las relaciones con Ecuador y la posibilidad de acceder a la visa Schengen.

Para la tarde de ayer, 20 de marzo, la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea convocó al canciller, José Valencia, y al ministro de Transporte, Gabriel Martínez, para recabar explicaciones sobre este incidente y sobre la ayuda a los ecuatorianos que se encuentran fuera del país. Pero ambos funcionarios se excusaron con el argumento de que debían asistir a una reunión en el COE nacional.

La secretaria de Riesgos, Alexandra Ocles, dejó en manos de la justicia la investigación de este incidente y aclaró que el objetivo de los vuelos humanitarios es evacuar a los ciudadanos extranjeros que no han podido salir de Ecuador.

Si bien la Fiscalía inició una investigación por la figura de obstaculización de tareas humanitarias y sanitarias por lo acontecido en el aeropuerto de Guayaquil, el penalista Pablo Encalada cree que esa no necesariamente será la calificación jurídica definitiva.

Fuera del ámbito penal, también se pueden iniciar procesos administrativos y civiles. Por ejemplo, sanciones internacionales a la terminal aérea o demandas individuales de los extranjeros afectados, refirió el jurista.

El COE, liderado por el vicepresidente Otto Sonnenholzner, resolvió enviar un comunicado oficial a la Organización de Aviación Civil Internacional para evitar que el incidente repercuta contra la Aviación Civil del Ecuador.
Entre tanto, ayer volvió al país un grupo de niños que estaba en Arica. La movilización se produjo por pedido de Cancillería al Min. de Defensa.

En contexto

El miércoles, carros del Municipio de Guayaquil irrumpieron en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo para impedir que un avión aterrizara. La nave se desvío y llegó a Quito. Allí se constató que estaba vacía, únicamente con su tripulación. Hubo reacciones.

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