España responde a Bolivia y expulsa a tres diplomáticos ‘por gesto hostil’

El Gobierno de España dispuso que en 72 horas, tres diplomáticos bolivianos abandonen la legación en Madrid, después de que el Régimen de Bolivia declarara persona no grata a funcionarios españoles. Foto: EFE

El Gobierno de España dispuso que en 72 horas, tres diplomáticos bolivianos abandonen la legación en Madrid, después de que el Régimen de Bolivia declarara persona no grata a funcionarios españoles. Foto: EFE

El Gobierno de España dispuso que en 72 horas, tres diplomáticos bolivianos abandonen la legación en Madrid, después de que el Régimen de Bolivia declarara persona no grata a funcionarios españoles. Foto: EFE

El Gobierno español declaró este lunes 30 de diciembre del 2019 personas no gratas a tres diplomáticos bolivianos acreditados en España para que salgan del país en un plazo de 72 horas, "en reciprocidad al gesto hostil" del Ejecutivo interino boliviano de expulsar a la delegación española que se vio envuelta en un incidente en la Embajada de México en Bolivia.

De esta manera, España responde a la expulsión de los diplomáticos españoles Cristina Borreguero, Álvaro Fernández y a un grupo de policías, a los que Bolivia había dado hoy 72 horas para abandonar el país tras el incidente ocurrido el pasado viernes en la Embajada mexicana en La Paz, donde se encuentran refugiados varios altos cargos del anterior Gobierno de Evo Morales.

El Gobierno español ha explicado en un comunicado que tras el gesto hostil de Bolivia, los diplomáticos bolivianos afincados en Madrid tienen un plazo de 72 horas para salir de España. Se trata del encargado de Negocios de la Embajada boliviana en Madrid, Luis Quispe; el agregado militar Marcelo Vargas; y el agregado policial Orso Fernando Oblitas.

Madrid exige en la nota que el Gobierno interino de Bolivia "reconduzca y desescale los contenidos de sus afirmaciones y se recupere cuanto antes el buen sentido de confianza y cooperación" entre ambos países.

España, además, "rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos" de Bolivia y aclara que "cualquier afirmación en este sentido" constituye "una calumnia dirigida a dañar" las relaciones bilaterales entre ambos países "con falsas teorías conspiratorias".

"La relación entre nuestros dos países se basa en el mutuo respeto a nuestras instituciones democráticas y esta será siempre la referencia en nuestras actuaciones", añade el Ejecutivo español en el escrito.

Por ello, manifiesta su deseo de "seguir manteniendo unas relaciones estrechas de amistad y solidaridad" con el país andino "con pleno apoyo a que su voluntad democrática se exprese por los cauces legítimamente establecidos".

El hecho se conoció después de que la ministra de Asuntos Exteriores de Bolivia, Karen Longaric, presentara el sábado 28 de diciembre una queja ante el Ministerio de Asuntos Exteriores español por un incidente que, según aseguró, fue provocado por funcionarios de la Embajada española, que acudieron acompañados de "encapuchados" y "presumiblemente armados" a la residencia de la Embajadora de México en Bolivia.

Fue por la visita realizada por la encargada de Negocios de España a dicha sede, en donde se cree que hay alrededor de una decena de asilados, entre los que se encuentran varios excargos del gabinete del expresidente Evo Morales, a los que el Gobierno actual de Bolivia ha acusado ante la Justicia de varios delitos, como el de terrorismo.

El Gobierno de Madrid ha negado en todo momento que haya tratado de facilitar la salida de esas personas de la Embajada mexicana, mantiene que la visita de sus dos diplomáticos fue de "cortesía" e iban acompañados de "personal de seguridad" para su propia protección.

Además, el Gobierno de España ya anunció el fin de semana que enviará en los próximos días a La Paz a un funcionario para investigar las denuncias del Ejecutivo boliviano.

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