Un miembro de ETA es condenado a 26 años de cárcel por colocar una bomba en Madrid

La Justicia española condenó hoy, 19 de julio del 2016, a 26 años de prisión a un miembro del grupo armado separatista ETA por colocar en 1997 una bomba que no llegó a explotar en un solar de la localidad vasca de Durango, en el norte de España.

La Audiencia Nacional consideró que el artefacto, escondido entre cócteles molotov, no llegó a explosionar por una cuestión "accidental", pero que su fin era causar la muerte a algún agente de la Policía de la región del País Vasco.

El tribunal atribuye al acusado, Eneko Gogeaskoetxea, un delito de atentado terrorista en grado de tentativa y otro de tenencia de explosivos cometido por un integrande de una organización terrorista.

La sentencia considera que el acusado y otro miembro de ETA, condenado por los mismos hechos, Kepa Arronategi, "planearon, elaboraron y llevaron a término su propósito criminal" siguiendo las directrices del grupo armado "para subvertir el orden constitucional y llevar el temor y desasosiego a las personas".

ETA ha matado desde los años 60 a más de 800 personas en su afán por conseguir la independencia del País Vasco de España. En el 2011, la banda anunció el cese definitivo de la violencia, pero de momento no ha entregado las armas ni se ha disuelto.

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