La droga se distribuye en pequeñas dosis y se comercializa a un USD 1, según la Policía. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El microtráfico de marihuana y pasta base de cocaína se ha convertido en un negocio familiar en ocho sectores de la ciudad de Esmeraldas, hasta donde los consumidores llegan a comprar pequeñas dosis.
En un barrio ubicado en la ribera del río Esmeraldas, cinco viviendas han sido intervenidas por la Policía en este 2017, ahí se decomisó marihuana y se detuvieron a cinco presuntos expendedores.
Las zonas consideradas como ‘calientes’ por la Policía, están en barrios de la zona marginal de la urbe, en la parte alta del ingreso a la ciudad, y en el valle San Rafael, en la vía Atacames, donde los controles policiales han aumentado.
El estupefaciente se expende en casas donde se consumen bebidas alcohólicas, también en las esquinas de los barrios que están junto al manglar de la ciudad. Durante las requisas se han encontrado a menores de edad de entre 13 y 14 años, dedicados al expendio del narcótico.
Según la Unidad de Narcóticos de la Policías en Esmeralda, en lo que va del año, se han realizado más de 200 intervenciones en barrios del centro y sur de la ciudad, en los que se ha decomisado base de cocaína y marihuana.
Entre las personas detenidas por tráfico de drogas en Esmeraldas en 2017 están 49 de nacionalidad colombiana, 179 ecuatorianos y 1 mexicano. En total hay 228 detenidos.
Esmeraldas es considerada como la vía para el tránsito de la droga, que se trae vía marítima o terrestre, desde Colombia. Las poblaciones del perfil costero de Esmeraldas son utilizadas para encaletar la marihuana y luego distribuirla en la ciudad.
El coronel de la Policía en Esmeraldas, Pablo Cerda, reconoce que pese a los controles, los distribuidores de la droga introducen el producto en los barrios de la ciudad donde están microexpendedores, y es donde se ha redoblado los operativos.
Debido al nivel de conflictividad en los ocho sectores donde se expende drogas, en los operativos han participado hasta 200 policías de unidades especializadas como GOE, GEMA, explica el Mayor de Policía Julio Calvopiña, jefe de Narcóticos.
“Hemos ingresado a los mismos sitios en muchas ocasiones, pero el negocio de la droga se ha vuelto algo familiar, porque participan hermanos, tíos y sobrinos”, señala Calvopiña.
Los microtraficantes compran bloques de marihuana entre USD 300 y USD 450 cada uno. Luego distribuyen el alcaloide en pequeñas dosis y las venden en USD 1, explica Calvopiña. La marihuana es la droga la que mayormente se vende.
Ramiro es uno de los consumidores y dice que compra hasta USD 10 diarios en pequeñas proporciones en fundas plásticas. Los microtraficantes siempre están en zaguanes y esquina de los barrios de las ocho zonas identificadas por la Policía en la ciudad de Esmeraldas.
A través del departamento de información y prevención del delito y del narcotráfico, la Policía trabaja con instituciones educativas para prevenir el consumo de drogas en colegios.
La directora distrital de Educación de Esmeraldas, Magaly Ramírez, reconoce que existe consumo de marihuana entre los jóvenes de algunos colegios de la ciudad, por eso se coordina controles antidrogas en los exteriores de los centros educativos con la Policía.
De acuerdo con la Unidad de Narcóticos, la droga que proviene de Colombia no se queda en la ciudad, sino que también se distribuye en Quinindé, Atacames, y en las provincias de Santo Domingo de Los Tsáchilas y Guayas.
En Atacames también se registra una zona de mayor distribución denominada la 13.
En diciembre de 2016 se realizó la operación Calle 13, en la que se detuvo a 15 personas dedicadas al microtráfico, con el allanamiento de siete domicilios.
Debido a las denuncias de habitantes, el trabajo de Inteligencia policial se realiza en algunos puntos de ese balneario, sobretodo, en temporadas cuando hay mayor afluencia de turistas, según la unidad de Narcóticos de la Policía.
De acuerdo con datos estadísticos, en el año 2016 cerró con 450 detenidos y el decomiso de 12 toneladas 900 kilos de droga en la provincia, de esas, más de mitad fue marihuana.