Esmeraldas sigue vigilante por las lluvias

La creciente del río Teaone destruyó una parte de su margen izquierda. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

La creciente del río Teaone destruyó una parte de su margen izquierda. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

La creciente del río Teaone destruyó una parte de su margen izquierda. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

El cantón Esmeraldas es el que más daños ha soportado en la ‘Provincia Verde’ por las lluvias intensas. Está inundado por el desbordamiento del río Teaone, del estero Chigüe y el socavamiento de las márgenes del afluente.

Hasta el momento, 62 familias han sido llevadas a los albergues porque sus casas están anegadas o se perdieron, o fueron evacuadas como precaución. Además, otras 870 personas están afectadas, según el Municipio de Esmeraldas.

Los damnificados fueron so­corridos entre el martes y miércoles, cuando se produjo el desbordamiento de siete ríos de la provincia. Muchos habitantes no quieren regresar a sus casas por temor. “Nuestras vidas corren peligro con el anuncio de nuevas lluvias, que pueden empeorar la geografía del terreno y nuevas inundaciones”, dijo Carla Naranjo, que perdió su casa ayer en el barrio Los Mangos, uno de los que se inundó el miércoles.

Ese sector, en el sur de la ciudad, está amenazado por el socavamiento del río Teaone. El miércoles carcomió una gran parte de la margen izquierda.

10 casas construidas sobre un barranco están a punto de desplomarse porque las bases fueron debilitadas debido a la fuerte correntada, que arrancó hasta los árboles. La noche del miércoles el Municipio ordenó la evacuación de 10 familias de Los Mangos y las trasladó a casas de sus familiares.

Renato Tambaco, responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio, dijo que el invierno ha rebasado la capacidad de respuesta de la institución municipal, por lo que solicitará ayuda y maquinaria a otros cabildos.

Esta misma semana, 33 familias fueron evacuadas del recinto Tabete, donde en abril del 2013 fallecieron 12 personas sepultadas por un deslizamiento de tierra.

Las fuertes lluvias de los últimos tres días originaron el desprendimiento de una parte de la loma de Tabete, que puso en peligro nuevamente a la población. “Nosotros no queremos estar allá”, dijeron los afectados, que fueron llevados al ­poblado de Mútile, en la parroquia San Mateo.

En otro sector, en Tabiazo, centro del cantón Esmeraldas, el agua que ingresó 200 metros desde la margen del río Teaone afectó a 70 viviendas; el lodo se acumuló en la parte baja.

El presidente de la Junta Parroquial de Tabiazo, Wilson Loor, aseguró que estas familias viven en la parte más baja del sitio, considerada de alto riesgo por estar a pocos metros del afluente.

Ante las frecuentes inundaciones, los habitantes construyeron casas zanconas (con pilotes de 2 metros de alto) para que cuando el agua suba no dañe sus bienes y enseres, como ha ocurrido en tres inunda­ciones anteriores.

Otra evacuación se hizo en la parroquia Chinca, por el desbordamiento del estero Chigüe. 19 familias están albergadasdesde ayer en la Escuela Cozopangui -en la vía Esmeraldas-Quinindé- y en la Asociación de Cacaoteros 5 de Mayo.

En esta zona, las casas de 50 familias se inundaron; de estas, 19 decidieron ir a albergues.

El Ministerio de Inclusión Económica y Social llevó raciones de alimentos para los albergados y el Municipio les dio 14 colchones. La comunidad pidió más apoyo para los damnificados que perdieron sus cultivos, pues la agricultura es su forma de sustento.

El presidente de la Junta Parroquial de Chinca, José Luis Caicedo, señaló que hace falta más ayuda humanitaria porque las familias permanecerán de manera indefinida en los albergues.

Esmeraldas está en alerta porque las precipitaciones seguirán. Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, para los próximos días se prevén lluvias en la Cordillera Occidental. Ahí nacen los ríos Esmeraldas y Atacames, lo que implica que los caudales aumentarán.

Un boletín en la página digital de la Secretaría de Gestión de Riesgos advierte que entre el 27 de marzo y el 7 de abril habrá un incremento en la intensidad de las precipitaciones (con probabilidad de tormentas eléctricas). Se presentarán en las zonas del interior del Litoral e interior de Manabí.

En contexto

Los pobladores que viven en las márgenes de los ríos tienen temor a nuevas inundaciones, porque las lluvias no han cesado. La mesa técnica del Comité de Operaciones de Emergencia de Esmeraldas se reúne para adoptar medidas de apoyo.

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