Foto: Patricio Terán/ El Comercio.
Entrevista a Luis Macas, consejero del Cpccs-transitorio
¿Cuál es la evaluación general del Cpccs-t, a un año de haber sido nombrado?
Me parece que hemos cumplido con las aspiraciones, no solo del Consejo, sino con las del pueblo ecuatoriano. Naturalmente que habrá equivocaciones, cosas que no sean satisfactorias. A veces hubo ciertas controversias internas, pero para bien, porque en definitiva, vemos a veces los errores que tenemos cada uno y nos ayuda a un consenso, que es lo que se ha logrado finalmente.
Hay muchas críticas por haber nombrado autoridades transitorias…
Los transitorios eran necesarios porque no se puede dejar en abandono a la institución, porque la designación final no se podía hacer de un día para otro. La normativa incluye un proceso largo de participación de la ciudadanía, por ejemplo. Y tiene que ser a la luz pública, con veedurías, y sí es demoroso, durante ese tiempo eran necesarias las autoridades transitorias, hasta designar las autoridades definitivas.
Con respecto a las cesaciones, ¿hubo el temor de las demandas?
Lastimosamente ya tenemos demandas, acciones que algunos ciudadanos han hecho en contra del Consejo. Unos que han sido postulantes inconformes con las designaciones, pero nosotros no podemos hacer otra cosa que seguir adelante,y cumplir con el mandato que tenemos del 4 de febrero del 2018.
¿Cuántas demandas?
En la Secretaría se han registrado al menos cinco. Una de las primeras demandas fue a través de un juez en Balsas, en El Oro, me parece que impugnaban las acciones del Consejo por las atribuciones que tenemos. Han sido, generalmente, demandas de esta naturaleza, que nuestras atribuciones no pueden ir más allá de la Constitución.
Hemos estado dentro del marco constitucional y con el mandato clarísimo del 4 de febrero. A pesar de todas estas acciones por parte de algunos ciudadanos, no podemos, de ninguna manera, estancarnos y parar este proceso, porque finalmente tenemos que entregar en este 14 de mayo todas las designaciones de autoridades. Nos queda la Defensoría Pública, que el día martes se definirá, y la designación del superintendente de Bancos. Y con eso terminamos prácticamente.
El nombramiento del Consejo de la Judicatura transitorio no funcionó. ¿Qué lecciones quedaron?
Sí, fue una de las primeras designaciones del Consejo de Participación transitorio. Fue un cuerpo colegiado que tuvo esta suerte de divergencia interna y en la que no había armonía. No nos dejó conformes a ningún consejero.
Nuestra primera equivocación fue haber designado este transitorio de la forma como se hizo, pensando que eran juristas, personas probas para desempeñar este cargo, pero fracasaron porque no hubo acuerdos internos.
Eso derivó en que no hubo una evaluación a la Corte Nacional de Justicia.
Lastimosamente, lo que tenían que hacer ellos, de manera inmediata, era evaluar a la Corte Nacional y no se hizo. Cuando a última hora querían proceder, dijimos que más bien la evaluación quedase para el Consejo definitivo.
Eso queda como un deber que no se cumplió…
Lastimosamente eso nos causó rechazo. Creo que ya en la nominación de otras autoridades transitorias no hemos tenido mucha dificultad. Por ejemplo, la designación del Fiscal Transitorio fue un poco más fácil, porque la referencia para nosotros fue el Fiscal que tenía el mayor puntaje. Con otras autoridades tampoco tuvimos muchos inconvenientes.
Es importante entender que no porque sea una organización ciudadana es infalible…
Así es. Bueno, los seres humanos fallamos, por más buenas intenciones que tengamos. Fue tan visible la falla que nos señalaron a nosotros y luego, obviamente, a la Judicatura transitoria. Creo que ahí perdimos cierta credibilidad frente al pueblo ecuatoriano.
¿Cómo ha sido trabajar con Julio César Trujillo? Tiene el don de mando, pero parece que se le puede ir la mano…
No, más bien al ser el Consejo un cuerpo colegiado, lo que primó es el respeto. Eso me parece un valor fundamental del Consejo. Lo que a mí me ha gustado es que cada quien ha tenido sus atribuciones y características propias. Por ejemplo, Xavier Zavala es un jurista de primera. Al igual que el doctor Pablo Dávila. Lastimosamente solo hubo una mujer, la doctora Myriam Félix que siempre ha estado tratando de prevenir lo que puede ser una equivocación para el Consejo. El general Luis Hernández es una persona que, después de poner sobre la mesa el tema jurídico y a veces político, trata de analizar y de alguna manera dar el camino por donde se debe salir. De mi parte, casi todo el tiempo he pasado observando y una vez que veo por dónde debe ir la decisión del Consejo me he inclinado por ahí.
¿Y el Cpccs debe desaparecer?
Creo que es necesario, porque fue una lucha de los pueblos, para que haya representación popular. Creo que se pueden quitar facultades, pero no debe desaparecer. Sin embargo, soy orgánico, y si mi organización, el movimiento indígena , decide apoyar su desaparición, yo me sumo a la consulta . Creo que debe haber un gran debate nacional.
Hoja de vida
Doctor en Jurisprudencia por la Universidad Central del Ecuador; lingüista, dirigente indígena de nacionalidad Kichwa; uno de los fundadores y expresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Fue diputado nacional y vocal Principal de la Comisión de Gestión Pública y Régimen Seccional del Congreso Nacional (1996 – 1998).
En el 2003 fue Ministro de Agricultura, en el gobierno de Lucio Gutiérrez.