Entrevista a Efrén Guerrero, exdecano de derecho de la PUCE. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.
¿Qué señales lanza la justicia con el llamado a juicio a Rafael Correa, Jorge Glas y otros cercanos colaboradores procesados en el caso Sobornos 2012-2016?
Es una señal positiva, pues se muestra que todos somos iguales ante la ley y que a través del debido proceso cualquier persona puede ser llevada a juicio. El ambiente de impunidad es el que debemos combatir en el país. Todos los que tengan responsabilidades penales tienen que comparecer ante las autoridades y presentar sus descargos. Eso no tiene nada de malo. En una sociedad civilizada esto ayuda a tener democracias sólidas.
Pero todavía hay prófugos de la justicia como Ricardo Patiño, Wálter Solís, Carlos Ochoa, el mismo Rafael Correa. ¿Adónde debería apuntar este año la justicia para tener un sistema consolidado?
Creo que con un expresidente de la República llamado a juicio lo que vamos a ver es mayor actividad de las autoridades encargadas de la investigación, como la Fiscalía. Veremos un mayor movimiento en cuanto a la cooperación penal internacional. Eso es sano.
Sin embargo, el país aún no ve resultados considerables en cuanto a la recuperación del dinero de la corrupción.
La Unidad de Análisis Financiero, por ejemplo, debe actuar con muchísima más fuerza y colaborar de la manera más cercana con los fiscales a cargo de los casos. Vamos a hacer un cacería de fondos. Hay que recopilar evidencias y ver si existió un traslado de dinero producto de actividades ilícitas.
A inicios del 2019 se unieron seis instituciones del Estado en el denominado Convenio de Cooperación Interinstitucional, para combatir la corrupción y un año después no hay nada concreto.
El problema principal no es la falta de voluntad política, sino la complejidad de los casos.
El viernes, cuando se llamó a juicio a Correa y al resto, la jueza Daniella Camacho llamó la atención a la fiscal General, Diana Salazar, y habló de una falta de objetividad. La Fiscalía ya ha sido señalada por supuestamente priorizar los casos del correísmo.
Las lecturas que se están dando obligan a la Fiscal a darse cuenta cómo la sociedad está reaccionando. Los familiares de personas desaparecidas, por ejemplo, sienten un abandono por parte de la Fiscalía. En los delitos de género también tenemos una situación similar. Es necesario ciudadanizar la justicia.
En el caso de Paola Pabón y de Virgilio Hernández, la Fiscalía dijo que analiza acciones legales en contra de la jueza Patlova Guerra, quien levantó las órdenes de prisión.
La decisión de la jueza hay que aceptarla en derecho. En un Estado de derecho, para bien o para mal, todos tenemos que estar sujetos a la ley. Frente a la ley, el Estado es un actor más. No tiene más ni menos poder.
¿Hay que trabajar más en la independencia judicial?
La justicia debe tener independencia, no solo interna, sino externa. Dejemos a los jueces trabajar, analizar y emitir dictámenes. No nos volvamos ‘presionadores’ ni demos decidiendo al sistema judicial. Gústenos o no hay que respetar los fallos o sino apelen. Acudan al derecho. Creo que eso nos está faltando. Hay mucha espectacularización de los casos. Hay que analizar los problemas técnicamente.
¿Eso no está ocurriendo?
Yo pienso que no, pienso que estamos llegando a un momento de espectacularización de las decisiones judiciales.
Usted dice: Dejemos a los jueces trabajar, analizar y emitir dictámenes. El país ha visto cómo 23 de 33 magistrados tuvieron que dejar la Corte Nacional tras una evaluación. ¿Cómo lograr una justicia con hechos como estos?
Creo que la Corte Nacional debe ser vista como un espacio en donde podamos poner a los mejores abogados y abogadas del país y creo que todavía no hemos logrado aquello.
¿Los magistrados que reemplazaron a los 23 no son los mejores del país?
No lo sé. ¿Cómo sabemos que lo sean? Con sus sentencias, y hay que ver sus fallos.
Ya han sido cuestionados, porque supuestamente fueron parte de la persecución correísta.
Todos los jueces han sido cuestionados y ese es el riesgo, porque todavía no hemos logrado darle un valor social a ser juez de la Corte Nacional. Es decir, para una persona común y corriente un magistrado es un burócrata más.
¿Qué hacer, porque este año se viene la designación de la Corte definitiva?
Yo admiro mucho, y este es un sesgo personal, el modelo de elección de jueces del sistema americano. Los jueces de Estados Unidos tienen una ventaja. Uno: son de por vida. Dos: son elegidos por actores políticos. Tres: les espulgan la vida entera. Estos son procesos que ayudan a dar mayor transparencia.
Pero aquí hubo magistrados que no transparentaron ni sus cuentas.
Sí. La respuesta de los jueces era: ya están hechas las declaraciones juramentadas y vayan y busquen. El reto es tener un flujo real de información.