346 empresas en Quito han enviado al COE Nacional sus solicitudes y protocolos para que se les autorice reactivarse en la capital, pese a la vigencia del semáforo epidemiológico en rojo. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Con el objetivo de reactivar la economía de la capital, varias empresas de distintos gremios que operan en Quito han presentado los protocolos respectivos para poder reiniciar sus operaciones, a pesar de estar con semáforo en rojo, como parte de un plan piloto.
María Fernanda Garcés, secretaria de Desarrollo Productivo del Distrito Metropolitano, dijo que hasta el viernes 22 de mayo del 2020, unas 346 empresas y todos los centros comerciales de la ciudad han enviado sus solicitudes y protocolos para ser tomadas en cuenta dentro del plan piloto.
El COE nacional emitió un decreto en el que autorizaba a los Municipios a recibir las propuestas y analizar los protocolos de las empresas interesadas en empezar a operar.
El Municipio de Quito conformó una mesa técnica, encabezada por la Secretaría de Productividad, para estudiar los protocolos y verificar si se ajustan a la normativa establecida por el ente rector.
Una vez revisada la información, las propuestas son puestas a consideración del COE nacional, entidad que dispondrá su apertura.
Hasta el momento -dice Garcés- se han recibido propuestas de los sectores comercial, maderero, metalmecánico, textil, automotor y gastronómico.
Solo de los sectores maderero, textil y automotor, unas 220 empresas presentaron sus propuestas, y fueron avaladas por la mesa técnica. El pasado viernes 15 de mayo, el COE nacional autorizó su apertura, por lo que desde el lunes 18, empezaron a trabajar. Básicamente se trata de industrias que laboran cumpliendo todas las normativas de bioseguridad. Por ejemplo, respetan el distanciamiento social, operan solo con el 50% de su nómina dentro de la empresa, la salud del personal es monitoreada, entre otras medidas.
La reapertura de estas empresas ha significado la activación de 5 240 trabajadores del Distrito, asegura Garcés.
Los protocolos de 26 empresas de la rama de metalmecánica también fueron entregados al COE nacional y esperan una respuesta.
La mesa técnica ha recibido además propuestas del sector comercial y restaurantes. Todos los centros comerciales de la capital se unieron y presentaron su protocolo, pero no podrán abrir sus puertas, hasta recibir la autorización por parte del COE nacional.
Los establecimientos realizaron adecuaciones para recibir a los clientes y garantizar su seguridad. Por ejemplo, además de las medidas conocidas como el uso obligatorio de mascarilla, la desinfección de ropa y calzado al ingresar, el número de dispensadores de gel para manos se triplicó. Se colocaron más dispositivos, principalmente en el patio de comidas, en los pulsadores de ascensores y en las entradas.
Se controlará el aforo en cada una de las tiendas. Mientras el semáforo esté rojo, los establecimientos que abran sus puertas como pilotos podrán atender únicamente al 30% de su capacidad, al igual que cuando cambie a amarillo. Cuando el semáforo esté en verde, lo harán al 50%. A la entrada de los locales, la persona encontrará un letrero con el número de visitantes que puede recibir. Si las puertas están cerradas, significa que está al límite de su capacidad.
Los patios de comida también cambiarán. La reducción del 30% de mesas y asientos es clave ya que las plazoletas son sitios de aglomeración. Por esa razón, los pasillos en estos espacios se ampliaron y se volvieron unidireccionales. Hay señalización que indica por dónde deben caminar las personas y dónde esperar su turno.
Las mesas que usualmente eran para cuatro personas, se adecuarán solo para dos. Las sillas no van a estar una frente a la otra, sino diagonal. Así, en caso de un estornudo, por ejemplo, el acompañante estará protegido. En las mesas que antes eran para seis personas, hoy se podrán sentar solo cuatro. El aforo máximo por mesa será de cuatro personas.
Como varios de los locales (en especial de venta de comida) trabajan también con la modalidad de delivery, las personas que se encargan de ir a retirar los productos contarán con un ingreso especial, pasarán por todas las medidas de seguridad anunciadas y contarán con mesas exclusivas para manipular sus productos.
Garcés indica que ni la apertura de centros comerciales durante el plan piloto, ni el cambio a semáforo amarillo, significa el regreso a la normalidad. La gente, en lo posible, debe tratar de no salir de casa para evitar contagiarse. Por ejemplo, no es recomendable ir de paseo al centro comercial, sino específicamente a comprar algo necesario, y luego abandonar el lugar.
La mesa técnica recibió, además, las propuestas de 70 establecimientos que venden comida preparada que presentaron sus protocolos y están listos para abrir sus puertas. Adicionalmente, hay unas 30 empresas de diversos sectores interesadas en empezar a trabajar.
En total –dice Garcés- con los planes pilotos se activaría alrededor del 18% de la economía de la ciudad.
El gremio de la construcción fue el primero en volver a operar. Silverio Durán, expresidente de la Cámara de la Construcción, indica que en Quito en una primera fase empezaron ocho proyectos privados, pero con el pasar de los días otras empresas se fueron sumando. No se tiene un número exacto de proyectos que ya están en ejecución, porque hay algunos pequeños que cumplen con toda la normativa, pero de los que la Cámara no tiene el registro. No obstante, calcula que no menos de 20 proyectos entre grandes y medianos ya están activos en la capital. Y asegura que hay otros pequeños, sobre todo en los valles.
Para poder operar, los constructores debieron elaborar protocolos de seguridad y presentar información sobre los proyectos. Además, las empresas deben contar con la capacidad de brindar movilidad a sus trabajadores, ya que durante el semáforo rojo no hay servicio de transporte público por lo que los obreros no podrían llegar a la obra.
En algunos proyectos incluso se han levantado campamentos para tener allí mismo a sus trabajadores, con el objetivo de evitar los problemas de movilidad y no correr el riesgo de que se contagien en la calle. Cuentan con médicos de salud ocupacional que realizan pruebas a los obreros y constantemente hacen valoraciones.
En el Distrito Metropolitano están registrados 223 010 establecimientos tanto de empresas jurídicas como de personas naturales, el que agrupa al mayor número de negocios tiene que ver con comercio al por menor de prendas de vestir, productos farmacéuticos, alimentos, tabaco, computadores, tecnología, línea blanca, medicinas, entre otras. 15 380 están relacionados al servicio de alimentos preparados y bebidas.
Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, propone que cualquier empresa que pueda cumplir con el protocolo se reactive, siempre y cuando garantice el distanciamiento, uso de mascarillas, alfombra para desinfectar calzado, uso de termómetro y más.
El ejecutivo considera que cada empresa será responsable de hacer que se cumplan con los protocolos. Y que debe ser el Municipio quien deberá endurecer las sanciones para quien incumpla, incluso clausurando los establecimientos.