El embarazo adolescente se previene con diálogo y una visión de futuro

En la Casa Saber Pega Full, en Quito, había actividades para chicos, hasta febrero. Foto: cortesía Casa Saber pega full

En la Casa Saber Pega Full, en Quito, había actividades para chicos, hasta febrero. Foto: cortesía Casa Saber pega full

En la Casa Saber Pega Full, en Quito, había actividades para chicos, hasta febrero. Foto: cortesía Casa Saber Pega Full

Cuando una adolescente se convierte en madre, las posibilidades de que termine sus estudios y acceda a un trabajo adecuado disminuyen. Así, solo el 7,2% de chicas que tuvo su primer hijo antes de los 19 años completó su formación universitaria. Eso frente a más del doble (18,4%), que lo logró al tener hijos en la edad adulta.

Estos datos, del 2017 con proyecciones al 2020, constan en el informe denominado Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia en Ecuador, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

“Las cifras son muy alarmantes, en especial en las zonas rurales en donde hay menos acceso a educación, trabajo o salud”, explica Gabriela Becerra, de World Visión.

Este organismo tiene un programa de prevención del embarazo adolescente, basado en dos ejes: habilidades para la vida y crianza con ternura.

El primer punto consiste en enseñarles a estructurar un proyecto personal, que implica que puedan planear actividades futuras. Y el segundo consiste en acercarse al entorno, a las relaciones familiares.

“Esto ayuda a contar con objetivos claros y definidos; además, a canalizar emociones”.

Con 12 años, Karen Santana trazó su plan de vida. En un cuaderno anotó sus metas a corto, mediano y largo plazo. En el primer grupo escribió graduarse de bachiller y ser abanderada; y en el segundo, ingresar a la facultad de Derecho. Hasta el momento, a sus 17 años, ha cumplido ambas.

En el mismo papel, Karen delineó otra meta: formar una familia y ser madre. “Eso aún no sucederá, quiero terminar mi carrera y tener estabilidad”, relata la oriunda de Manabí.

Para World Visión, ayudar a los jóvenes a ver más allá del momento es esencial; por eso acuden a las comunidades y les dan charlas sobre la importancia de visualizarse a futuro. También en torno a la sexualidad y al cuidado individual.

Silvia Pabón, encargada de la Casa Saber Pega Full, anexa al Municipio de Quito, considera que es necesario contar con capacitadores jóvenes, para que lleguen a sus pares. Ellos llevan el mensaje de prevención y cuidado correcto del cuerpo, del corazón, de la mente. También ofrecen talleres de música o danza; y chequeos médicos.

Cindy Proaño es una quiteña de 24 años; hace uno decidió vincularse a esa organización, como líder, para enseñar sobre salud sexual y reproductiva en su comunidad.

Hoy brinda talleres, en los cuales abordan temas en torno a las primeras relaciones íntimas y anticonceptivos. “Aún son temáticas consideradas tabú.

Los adolescentes no pueden conversar en casa sobre eso y buscan espacios para solventar dudas. En los colegios tampoco conversan”.

Karen, por ejemplo, recuerda que en el plantel, en donde se graduó, evitaban hablar de sexo. “Todavía se utilizan sobrenombres para los órganos sexuales; nos juzgaban cuando preguntábamos dónde podíamos solicitar anticoncepción”.

Para la activista por los derechos de mujeres, Virginia Gómez de la Torre, la apertura al diálogo con los adolescentes es fundamental, para la prevención del embarazo y de las enfermedades de transmisión, como VIH, sífilis, herpes y otras. “Se debe proporcionar doble protección: métodos hormonales, como T de cofre o implantes, y de barrera, como el preservativo”, señala.

El Ministerio de Salud firmó un acuerdo de cofinanciación con Unfpa, el 12 de este mes. Consiste en recibir asistencia técnica y financiera para emprender acciones sobre educación sexual y reproductiva; más acceso a anticoncepción.

Para ejecutar las acciones, en el país se dispondrá USD 4 millones. Los destinarán a la compra de insumos intrauterinos, preservativos y otros.

Con ese aporte -dice el ministro Juan Carlos Zevallos- se espera tener una mejor planificación de recursos y bajar la cifra de embarazos.

Según el Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2017-2021, Ecuador es el tercer país en Latinoamérica con la tasa más alta, entre esos rangos de edad; detrás de Nicaragua y República Dominicana.

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