Emaseo requiere de USD 27,8 millones para funcionar de manera óptima y superar la crisis de la recolección de basura que se agudizó a finales del 2017. Este miércoles 28 de febrero del 2018, el gerente de la empresa, Juan Neira, presentó un informe ante el Concejo Metropolitano sobre la situación en la que encontró a la entidad que dirige y el plan para salir de la crisis.
Según Neira, Emaseo solo cuenta con 3,9 millones, por lo que requiere de una asignación del Municipio. Según los cálculos presentados durante el informe, el aporte del Cabildo debería llegar hasta el 31 de marzo y debería alcanzar los USD 7,6 millones.
En diciembre pasado, entró por el Ministerio de la Ley el presupuesto municipal para este año, pero en este no consta asignación alguna para Emaseo. Esto ocurrió porque a mediados del 2017, se decidió que la empresa no recibiría más dinero del Municipio, sino que se autofinanciaría a través de la tasa por recolección de basura que mensualmente recibe y se cobra a través de las planillas de luz en Quito.
La empresa necesita comprar nuevos recolectores de basura de carga lateral y posterior, además de repotenciación de vehículos, compra de repuestos y contratación de personal y alquiler de volquetas de apoyo.
Los gastos que corresponden a compra de vehículos se financiarán a través de crédito directo con los proveedores y se planea una inversión de 11,3 millones. Quedaría pendiente por resolver el origen para los 5 millones restantes.
Estas inversiones forman parte del plan que se estructuró a partir de que Neira asumiera la gerencia de Emaseo el 5 de enero pasado.
El funcionario explicó que tras analizar la situación de Emaseo y los graves problemas de recolección de basura que enfrentó la ciudad a fines del 2017, se resolvió declarar a la entidad en emergencia el 16 de febrero. La idea de este plan es completar la flota de recolección de desechos hasta junio próximo.
Neira informó que al evaluar el estado de los recolectores con los que contaba la empresa a inicios de este año, se determinó que ninguno estaba funcionando al 100% y que solo 28 de los 56 vehículos estaba en niveles aceptables. Mientras en enero lo óptimo era contar con 21 recolectores de carga lateral, Emaseo solo tenía en promedio siete. En el caso de recolectores de carga posterior, lo óptimo era tener 71 vehículos y en promedio se contaba con 36.
Para el concejal de Alianza País, Jorge Albán, en el informe hizo falta que se explicara en qué estado está la fusión entre Emaseo y Emgirs, que se decidió a mediados del año pasado y que todavía no se ha concretado. Su coideario Carlos Páez afirma que de la información recibida se puede concluir que los problemas en Emaseo no fueron resultado de un incremento en la producción de basura en diciembre, sino de “falta de gestión y desatención” oportuna, tomando en cuenta que se dieron alertas desde diciembre del 2016 y se recalcaron en octubre del 2017.
Entre los ediles hubo preocupación porque a pesar de que se ha reducido el impacto de la acumulación de basura en la ciudad por las fallas en los recolectores, aún persiste un problema con respecto de la recolección manual y con volquetas. Hay trabajadores de Emaseo que entran en los contenedores para sacar desechos, algo que es antitécnico (existen recolectores mecánicos para ello) y que podría afectar la salud de las personas.
Para el vicealcalde Eduardo del Pozo (Creo) este tipo de emergencias son una oportunidad para iniciar procesos de mejoramiento. Recordó que Neira fue gerente de la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito, considerada una de las empresas públicas de la capital más eficientes y sugirió pensar en un cambio en el modelo de gestión de Emaseo. Según su criterio, en la Epmaps se ha comprobado que hay casos en los que es mejor alquilar equipos o buscar esquemas de alianzas público-privadas para optimizar el trabajo y los recursos.