Los sirios celebraron el 22 de diciembre de 2016 en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, después de que el ejército dijo que ha retomado el control total de la segunda ciudad del país. Foto: AFP
Estados Unidos reiteró este jueves, 22 de diciembre, que la caída de Alepo no pone fin al conflicto sirio, a pesar de que el Ejército declarara a la ciudad “libre de terroristas”.
“Lo dijimos antes de que cayera, no va a ser el final de la guerra. La oposición seguirá luchando, los extremistas continuarán atraídos por Siria y más gente huirá como refugiados”, indicó este jueves el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
“No tenemos ninguna indicación de que esas cosas no vayan a seguir pasando. De manera que, nuestra opinión, y también la de la comunidad internacional, es que lo que ha ocurrido en Alepo no va a llevar a esta guerra más cerca del final. Va a continuar”, agregó.
Las Fuerzas Armadas sirias declararon “el regreso de la seguridad a la localidad de Alepo tras liberarla del terrorismo “, después de la salida de las últimas personas de la zona sitiada al este de la urbe. “Son responsables (el régimen sirio), y no solo de la tarea de reconstruir Alepo, sino de lo que hicieron a Alepo y a sus ciudadanos “, afirmó Kirby.
“No fue la oposición quien bombardeó hospitales, escuelas y al personal de emergencia mientras corrían a rescatar a la gente de los edificios en ruinas. Fue el régimen con los que le apoyan”, añadió.
El portavoz mostró además la preocupación de su Gobierno por “las informaciones que apuntan a que el régimen sirio dice que las evacuaciones cesarán pronto”.
“Nosotros queremos que continúen mientras las personas quieran irse”, enfatizó.
A Estados Unidos también le preocupan las informaciones de “un incremento de la violencia en otras partes de Siria, incluidos ataques aéreos del régimen en Daraa”, en el suroeste.
Alepo, la mayor urbe del norte de Siria y la más castigada en estos más de cinco años de guerra, fue objetivo de una ofensiva de los rebeldes en julio de 2012 y de otras posteriores que les permitieron hacerse con la mitad oriental.
Ante las derrotas sufridas, los rebeldes se vieron obligados a aceptar su salida de la ciudad, así como la de los civiles que lo desearan tras un acuerdo entre las partes.