Paúl Carrasco, Marcelino Chumpi, Ramiro González y Jaime Nebot acudieron a la reunión de La Unidad, en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para El Comercio
Los acuerdos legislativos y presidenciales son el eje transversal de la denominada Unidad. Pero juntar a las diferentes fuerzas políticas no ha dejado de tener un tinte utópico: cada una, pese a hablar de convergencias, tiene sus intereses y frentes de acción.
La izquierda plantea definir un modelo de gobierno, mientras la derecha sostiene que hay que enfocarse en buscar la mayoría en el Legislativo y una consulta popular. Desde la corriente de centro, en cambio, se apunta a la reestructuración completa del Estado.
La reunión del denominado Frente de Unidad, conformado por SUMA, Partido Social Cristiano, Juntos Podemos y Avanza, el martes no pasó sin dejar mella. Generó reacciones. En ese bando no quieren a Guillermo Lasso. El líder del Movimiento Creo lo sabe.
Él no recibió invitación, no al menos una formal. Pero sí recibió una convocatoria de Pachakutik, según asegura. El 27 de este mes se realizará el consejo nacional del movimiento plurinacional.
El grupo de unidad al que le apuesta Lasso es Compromiso Ecuador, que se pensaba enfocado únicamente para oponerse a la reelección indefinida. Son alrededor de 120 organizaciones, afirmó, las que debaten el siguiente paso, “ahora con fines electorales”.
El candidato a la presidencia aplaude cualquier iniciativa de unidad. Pero no cree en el “vale todo”, ni en unirse para sumar votos sin límites claros.
El aglutinar votos es precisamente el mayor reto. En el campo legislativo es un camino para obtener mayoría en la Asamblea. En el Pleno actual, SUMA no tiene un representante (tuvo un legislador patrocinado, que luego se distanció del movimiento). Juntos Podemos tampoco tiene un delegado. El PSC cuenta con siete; Avanza y Pachakutik, con cinco cada uno.
Sin embargo, en Pachakutik se sostiene que los acuerdos legislativos vendrán luego de definir el camino: un plan de gobierno y un modelo para salir de la “crisis” económica. Fanny Campos, coordinadora nacional, sostiene que sin esos puntos no se puede hablar de alianzas para los comicios.
Para Campos, los problemas económicos de los ecuatorianos son una prioridad. Ayer (20 de enero), por ejemplo, el precio del petróleo ecuatoriano, estimado por Petroecuador, fue de USD 20,72 por barril. Lo que ha representado más de un 70% de caída en cerca de un año.
Pero la unidad no se cumple del todo al interior del movimiento pluricultural. Aunque la dirigencia sostiene que tienen su propia agenda y por ello no asistieron a la cita en Cuenca, sí lo hizo el prefecto de Morona Santiago, Marcelino Chumpi, miembro de Pachakutik. Acudió sin representar a su organización.
En las izquierdas la unidad también se marca. Unidad Popular es parte de ellas. El director nacional, Giovanni Atarihuana, apunta que se han dado acercamientos con agrupaciones como Democracia Sí, los ex-Ruptura de los 25 y Concertación. El acuerdo legislativo es también parte de la agenda.
Y así como parte de la izquierda habla de no aliarse a la derecha, Lasso criticó la presencia de Ramiro González. “No puede ser parte de ninguna unidad en contra del Gobierno en el que estuvo ocho de los nueve años”.
Pero Abdalá Bucaram Pulley, candidato a la Presidencia por Fuerza Ecuador, no quiere saber de unidad con grupos políticos, cuya foto “tiene la misma mala imagen del pasado”. Es, afirma, una unidad a espaldas del pueblo. “La unidad tiene que ser en función de un proyecto. Si es así, no nos negamos al diálogo, pero no puede unirse solo para sacar a un hombre del poder”.