El dragado del río Guayas y sus afluentes cada vez preocupa más a las autoridades a tal punto que, en base a estudios, se dice que de no tomarse correctivos Guayaquil sufriría, en el 2050, inundadaciones por exceso de sedimentos, erosión del suelo, taponamiento de afluentes, etc. Foto: Gabriel Proaño/ EL COMERCIO
El Consejo Provincial del Guayas aprobó este lunes 9 de mayo del 2016, durante una sesión, el mecanismo de financiación de la segunda etapa del dragado del río Guayas.
La consejera Luzmila Nicolalde, concejala de Guayaquil, explicó que la mecánica de endeudamiento consistirá en buscar un préstamo de USD 60 millones en instituciones internacionales para construir la obra.
De ese monto, USD 20 millones serán el aporte del
Gobierno Nacional y los otros USD 40 millones corresponderían a la Prefectura del Guayas. Aunque Nicolalde dijo que en ninguna parte del documento que les presentaron a los consejeros se determina el valor que cubrirá el Gobierno.
Durante la sesión que inició a las 10:00, en el edificio de la Prefectura del Guayas, en Guayaquil, Francisco León, alcalde del cantón Salitre, destacó los beneficios de dragar el
río Guayas. “Al eliminar la sedimentación del río, las aguas podrán fluir y ya no tendremos inundaciones en la provincia”, señaló.
La Secretaría del Agua está a cargo de la primera fase de dragado que incluyó la estabilización del islote El Palmar.