El presidente Lenín Moreno se reunió el 12 de febrero pasado con miembros del Senado.
El Gobierno no quiere dejar cabos sueltos en el proceso de negociación de un acuerdo comercial con Estados Unidos. Esta vez intentará involucrar a todos los sectores económicos y sociales para concretar lo anunciado tras su visita a la Casa Blanca, la semana pasada.
Los consensos se buscarán con dos acciones. La primera será la conformación de una comisión de alto nivel. Ayer 18 de febrero del 2020, Juan Sebastián Roldán, secretario de Gabinete de la Presidencia, anunció que en esa instancia se incluirá a todos los representantes posibles de los diversos sectores económicos, productivos y sociales.
El objetivo de esa comisión será analizar las fortalezas y debilidades de cada área y producto. “La finalidad es proteger a nuestros campesinos, emprendedores e industriales”, manifestó el funcionario.
La segunda acción tiene que ver con la socialización de las conclusiones a las que llegue esa comisión. Roldán señaló que también se involucrará a diferentes actores económicos y sociales para “así llegar a una mesa de consensos con la solidez de contar con la voz de todos los sectores”.
El miércoles pasado, el presidente de la República, Lenín Moreno, se reunió con el primer mandatario de EE.UU., Donald Trump. En la cita oficial hablaron de la posibilidad de un acuerdo comercial, sobre seguridad, empleo y lucha contra la corrupción. Un presidente ecuatoriano volvía a la Casa Blanca después de 17 años. Antes de Moreno, el exmandatario Lucio Gutiérrez mantuvo un encuentro oficial con su homólogo, George W. Bush.
En el 2003, Ivonne Baki, ahora embajadora de Ecuador en EE.UU., fue ministra de Comercio Exterior y ya delineaba un posible Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país norteamericano. Esa acción fue motivo de rechazo por parte de varios sectores, incluidos los trabajadores y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Roldán no cree que ese escenario se repita. Señaló que “lo lógico” es mantener un acuerdo con ese país, que es al que más le vende y compra Ecuador. “También es la nación en la que existe el mayor número de nuestros migrantes”, dijo.
Pero el Gobierno no solo deberá lidiar con el escenario de un acuerdo comercial con EE.UU., que puede generar fricciones, sino también con la implementación de la focalización de subsidios. Este ha sido un tema aplazado desde que finalizó el paro nacional de octubre pasado.
Moreno anunció que está a punto de concretarse un acuerdo para la eliminación de esas subvenciones. Afirmó que los recursos que se ahorren serán destinados a reactivar el sector agrícola.
El sector empresarial considera que estas medidas económicas deben ser correctamente socializadas. Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción, señaló que el Gobierno debe ser lo más participativo posible y llamar a las mesas de diálogo a todos los sectores.
“De esta manera no habrá sectores que se sientan excluidos. Esto es algo fundamental. Las oportunidades que se están dando para Ecuador en comercio e inversiones son importantes”, dijo Zambrano.
Ya existen voces en contra de un posible acuerdo con EE.UU. y de la eliminación de los subsidios a los combustibles.
Leonidas Iza, uno de los dirigentes de la Conaie, señaló que profundizar el tema de un TLC es motivo de rechazo. “No se estaría garantizado el sostenimiento del sistema productivo nacional. También afectaría a la pequeña y mediana industria”, señaló. También dijo que si después de estas decisiones, “el pueblo decide, nuevamente estarán en las calles”.
En el mismo sentido se pronunció Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT). El dirigente gremial insistió en que, al menos en lo que tiene que ver con los subsidios, no ha existido un acuerdo con ellos.
Daniel Baquero, del Centro de Estudios para el Desarrollo (Cordes), cree que lo importante en este proceso es que se identifiquen los sectores más sensibles. Una opción para es una compensación durante un tiempo determinado, que les permita prepararse para competir con el resto de productos.
Baquero también indicó que en el caso de las áreas que resultarán beneficiadas se deberían identificar las posibles inversiones para potenciarlas.
Roldán dijo que no se trata “de prisas”. Añadió que en caso de no concretarlo durante los 15 meses que le resta en el poder, lo que harán será dejarlo “bien encaminado”. Insistió en que no les preocupa el año preelectoral de cara al 2021.