Ecuador eliminó las viejas direcciones y prueba con distritos

En provincias como Esmeraldas, el 60%, la mayoría, de los planteles educativos son unidocentes y bidocentes. Foto: EL COMERCIO

En provincias como Esmeraldas, el 60%, la mayoría, de los planteles educativos son unidocentes y bidocentes. Foto: EL COMERCIO

En provincias como Esmeraldas, el 60%, la mayoría, de los planteles educativos son unidocentes y bidocentes. Foto: EL COMERCIO

En el 2012, el Ejecutivo apostó por un modelo de estructura diferente. En el plan, el objetivo era acercar a la ciudadanía los servicios que ofertaba la planta central de los ministerios, en Quito. ¿Cómo? A través de entidades locales con la facultad de decidir sobre sus territorios. Pero aún se registran vacíos en salud y educación.

Para dar paso a la desconcentración del Estado, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) conformó niveles administrativos de planificación.

Ministerios como el de Salud y Educación entraron en el proceso. La meta, en el papel, era una planificación “de abajo hacia arriba”. Así desaparecieron, por ejemplo, las direcciones de Educación y Salud que tenían las provincias. Y el país se dividió en nueve zonas, 140 distritos y 1 134 circuitos.

Las zonas se encargan de planificar y evaluar la implantación de la política pública. La zona 1, por ejemplo abarca Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos. En cada zona hay distritos y circuitos.

La zona 9 es Quito, tiene nueve distritos. La sede del 5º es cerca del Colegio 24 de Mayo, al norte. Tiene a su cargo 300 planteles y 145 000 alumnos.
En la urbe hay 680 535 estudiantes y 1 915 instituciones. Con el viejo modelo, esta habría sido la población que debería atenderse solo en la capital de Pichincha. Esa Dirección Provincial estaba en la Olmedo y Guayaquil, en el Centro.

Según el ministro Fander Falconí, quien dirigió Senplades, un “distrito educativo es un ministerio chiquito”. Se han dado pasos importantes, dice, como la desconcentración administrativa y financiera. “Volver al ministerio hiperconcentrado en Quito sería negativo”.

Por ejemplo, los padres y alumnos pueden acudir a su distrito para trámites como copias de títulos, cambio de plantel, denunciar maltrato. No requieren ir a una Dirección, que quizá está lejos de su vivienda.

Antes un trámite de licencia y permiso para un profesor o permiso de funcionamiento de un plantel tardaban de ocho a 30 días, hoy se entregan en uno a 15 días. En el caso de procesos sancionatorios no se puede reducir el tiempo por el derecho a la defensa de ambas partes, todo toma 90 días.

Patricio Silva, coordinador de la zona 1 de Educación, reconoce que los problemas más graves en cuanto a calidad están en las cuatro provincias de la frontera norte. Pero señala que hay un plan a mediano plazo para mejorar la situación. Defiende la desconcentración.

En el caso de salud, desde la Cartera se defienden los cambios. Según Ramón Echeverría, director del distrito 1 de Esmeraldas, asegura que contar con un distrito y no con una Dirección de Salud ha mejorado la atención al público.

¿Por qué? Ya no se abarca a toda una provincia sino que cada uno de los seis distritos pueden atender sus requerimientos particulares.

Antes, con el modelo de la Dirección Provincial de Salud -señala- se intentaba hacer el trabajo. Pero el director debía abarcar todas las demandas y era imposible canalizar los pedidos para mejorar servicios.

Este modelo de gestión le ha permitido identificar problemas en sus unidades: “necesitan nueva infraestructura -pues la que tienen data de hace años-, mejores equipos y vehículos para campañas de vacunación”, dijo el funcionario.

El exlegislador Virgilio Hernández dirigió la Mesa de Gobiernos Autónomos, que tramitó el Código de Descentralización. Para él hace falta que las prefecturas trabajen para la conformación de regiones autónomas, para fortalecer a provincias como las de la zona 1.

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