Ecuador y Costa Rica ahora limitan en el mar

Los presidentes Rafael Correa, Juan Manuel Santos y Guillermo Solís, en Galápagos. Foto: Mario Alexis González / EL COMERCIO

Los presidentes Rafael Correa, Juan Manuel Santos y Guillermo Solís, en Galápagos. Foto: Mario Alexis González / EL COMERCIO

Los presidentes Rafael Correa, Juan Manuel Santos y Guillermo Solís, en Galápagos. Foto: Mario Alexis González / EL COMERCIO

Se desvanecen las sombras de un posible conflicto limítrofe. Ese es uno de los principales beneficios que trae a Ecuador el cierre de sus fronteras marítimas. Ayer, en Galápagos, el presidente Rafael Correa presidió el acto protocolario que puso fin a este proceso.

El Primer Mandatario entregó a sus pares de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Costa Rica, Guillermo Solís, las cartas náuticas ecuatorianas, que son una representación a escala de las aguas navegables y regiones terrestres adjuntas al país.

Esta declaración, según el presidente Correa, permitirá aprovechar cerca de 700 000 km² de las zonas cercanas a las islas Galápagos, así como la extensión marítima total del país que -dijo- es 5,3 veces más grande que la territorial.

En el proceso de fijación de los límites con Costa Rica, los técnicos encargados de la pericia tomaron a la isla Darwin como punto base en Ecuador. Mientras que el país centroamericano fijó la línea divisoria desde la isla Coco. Con Colombia, las fronteras se delimitaron en el 2012 (ver mapa).

Los nuevos límites ecuatorianos están en vigencia desde el pasado 8 de marzo. La Asamblea Nacional aprobó el Convenio de Delimitación Marítima entre Ecuador y Costa Rica con unanimidad, con un total de 113 votos afirmativos.

Mientras que la misma norma fue aprobada por el congreso de Costa Rica, el 8 de octubre del 2015. El acuerdo fue publicado en la Ley 9320.

Desde 1979 se inició el trabajo de delimitación marítima con Colombia y Costa Rica, según el internacionalista José Ayala Lasso. Él explica que desde entonces se han ejecutado acuerdos de forma exitosa, sin inconvenientes.

La entrega de cartas náuticas es importante desde el punto de vista formal, porque ejecutan convenios previamente negociados, explica Ayala La­sso. Y agrega que los parámetros sobre el uso de los beneficios de zonas marítimas fue acordado antes, con base en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Para Carlos Gualinga, presidente de la Comisión de la Biodiversidad y Recursos Naturales del Legislativo, este convenio requiere de un trámite urgente del Código del Ambiente, ya que uno de los libros de ese cuerpo legal norma el uso de los recursos del mar.

Esto, en consonancia con el discurso pronunciado por Correa durante el acto protocolario. El Mandatario reiteró en varias ocasiones la importancia del cierre de las fronteras para la economía del país. Aclaró que no están pensando en pesca y explotación sino en la conservación y potenciación del turismo.

La presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, María Augusta Calle, por su parte, considera que este convenio posibilitará el fortalecimiento de los nexos regionales, el aprovechamiento de la riqueza de los recursos marítimos y, además, abrirá posibilidades científicas.

Ricardo Patiño negoció estos límites en su período cómo Canciller. El actual Ministro de Defensa dijo que lo más importante de este acuerdo es el desarrollo del potencial submarino en el país.

Desde su actual Cartera de Estado, mencionó que los controles se extenderán a los nuevos territorios, para evitar que pescadores extranjeros y nacionales ingresen y atenten contra la conservación. “Es posible que necesitemos nuevos recursos”, dijo.

El presidente Santos, por su lado, destacó la importancia que esto tiene para el medioambiente. Recordó que en el 2004, Ecuador, Costa Rica, Colombia y Panamá conformaron el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, para consolidar las oportunidades de desarrollo sostenible.

Además, Santos aprovechó el encuentro presidencial para anunciar que el santuario marino de la isla Malpelo, en su país, será ampliado de 6 763 a más de 27 000 km².

Por parte de Costa Rica, Solís pidió a las personas que presenciaron el acto “valorar este momento de nuestras naciones como un hecho histórico y trascendental”. Se enfocó en resaltar las posibilidades de cooperación que se abren entre Ecuador y su país.

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