El canciller Guillaume Long anunció hoy, 31 de agosto del 2016, que llamó a consultas al encargado de negocios de su embajada en Brasilia, tras la destitución “inconstitucional” de la expresidenta Dilma Rousseff.
Long calificó la medida tomada por el Congreso brasileño como un golpe de estado y dijo que atenta contra la democracia, no sólo en ese país, sino en la regional y el mundo.
Según el Canciller, la oposición en Brasil consiguió hoy poner fin a 13 años de un gobierno progresista, “lo que no pudo conseguir en las urnas” a través de la manipulación de mecanismos constitucionales para usurparle el poder a Rousseff.
Long afirmó que el proceso legal en contra de la hoy exmandataria no pudo probar que haya cometido delito alguno y agregó que, al contrario, varios de los legisladores que votaron a favor de la medida están siendo investigados por graves delitos de corrupción.
El Gobierno ecuatoriano no cuenta con un Embajador en Brasil, desde el 5 de mayo cuando Horacio Sevilla fue trasladado a la misión ante la ONU en Nueva York, y el jefe diplomático estaba a cargo de la Sede.
Pero ahora las relaciones quedarán a cargo de un tercer secretario, lo que según Long, es un símbolo y medida fuerte en el lenguaje diplomático. También adelantó que podrían haber otras repercusiones en las relaciones bilaterales y que el Gobierno mantiene conversaciones con otros líderes de la región y se analizará si se toman medidas como bloque.
Long reiteró que el Gobierno ecuatoriano se solidariza con la “compañera legítimamente electa Dima Rousseff”. Y que su reacción frente a los hechos de esta jornada es contundente para denunciar y condenar lo sucedido en Brasil.