Imagen referencial. El BCE prevé un crecimiento promedio del 1, 8% entre el 2017 y 2020. Foto: Pixabay
El escenario económico que vivirá el país en el gobierno de Lenín Moreno dista mucho de lo que fue el Ecuador durante la bonanza petrolera, en los años 2011 y 2012, cuando el barril de petróleo promedió los USD 100.
Moreno heredó un déficit fiscal cercano a USD 7 000 millones, en buena medida porque el gasto público no se ajustó al nuevo escenario petrolero, con precios inferiores a USD 50.
Con este panorama, el Banco Central del Ecuador (BCE) y el Ministerio de Finanzas presentaron en agosto de 2017 las proyecciones sobre el rumbo que tomará el país en el período 2017-2020. La entidad estima que el país crecerá este año 0,7%, una cifra modesta si se compara con el 7,78% que registró el país el 2011.
Las proyecciones del BCE muestran que en cuatro aspectos el país tomaría un rumbo distinto en materia económica comparado con la década pasada. Primero está la intención del Gobierno de que las inversiones del sector privado sean las que impulsen el crecimiento. Solo en el área de construcción se esperan unos USD 4 800 millones de inversión. Pero para Víctor Hugo Albán, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, más allá del discurso, “mientras no exista una garantía de que se van a mantener las reglas del juego, es muy relativo que haya incremento de la inversión”.
Por otro lado, si bien se anunció una reducción paulatina de la inversión pública, los gastos en sueldos y salarios del sector público se incrementarán. Aunque se trata de un alza leve, los analistas cuestionan que este rubro siga creciendo, más cuando se triplicó durante la última década.
En materia de comercio exterior, el Central espera que la balanza comercial sea positiva durante los próximos cuatro años, principalmente por el crecimiento en las exportaciones de productos no petroleros.
Sobre las proyecciones del crecimiento del PIB, de hasta 2,49% en 2020, la gerente del BCE, Verónica Artola, es optimista. Dice que el crecimiento de la economía se apalancará en el incremento de las exportaciones, producto del acuerdo comercial con la Unión Europea, y en una mayor participación del sector privado en la construcción y en proyectos del sector minero.
“Este año, solo en el sector de la construcción, en cuatro meses tendríamos USD 500 millones de inversión. Estamos apuntando a una mayor corresponsabilidad del sector privado”.
El sector privado será el protagonista
El gasto en obra pública pasó del 3,9% del PIB en el 2007 a 8,2% en el 2016. Pero el actual Gobierno necesitará que el sector privado tome protagonismo, porque el Estado ya no tiene suficientes recursos para invertir.
El ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, aseguró que el sector privado ahora será motor de la economía. En línea con ese discurso, las previsiones del BCE para los cuatro años de mandato de Moreno apuntan a que la inversión privada repuntará, sobre todo en minería y construcción.
Se calcula que entre el 2017 y el 2020 el sector privado invertirá unos USD 3 049 millones en 15 proyectos mineros, y 4 873 millones en construcción. “Si tomamos como referencia el proyecto Casa Para Todos, del Gobierno, es claro que podemos esperar que se produzca un crecimiento en el sector de la construcción. Pero es necesario tomar medidas sobre la Ley de Plusvalía, pues sin ello el sector no va a despuntar”, dice Enrique Pita, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil.
Santiago Mosquera, catedrático de USFQ Business School, destaca que es importante fortalecer el modelo de alianzas público-privadas. Desde el 2015 existe la Ley de Alianzas Público-Privadas para incentivar inversiones. “Así, el Gobierno puede reducir costos de operación y pasarlos al sector privado. Los primeros ejemplos empiezan a sonar en concesiones de carreteras”, señala.
El gasto en salarios públicos crecerá
El actual Gobierno tomó una primera decisión de austeridad relacionada con el gasto corriente. El pasado 7 de agosto, Moreno anunció la reducción del 10% a los salarios de los funcionarios públicos del nivel jerárquico superior. Esto implicaría un ahorro de USD 2,8 millones al mes.
Para Víctor Hugo Albán, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, se trata de una medida tibia para una economía que en el primer semestre del año registró un déficit fiscal de USD 2 021,2 millones.
El gasto anual en salarios del sector púbico se triplicó durante la última década. Y las previsiones del Banco Central al 2020 apuntan a que seguirá creciendo, pero a menor ritmo. Para el 2020 se estima que este rubro se incremente en USD 316 millones más en relación con el 2017.
Alberto Dahik, director del Centro de Estudios Económicos y Sociales para el Desarrollo (Cesde), cuestiona que los sueldos hayan subido más rápido que la inflación desde el 2005. “Además, el sector público comenzó a pagar salarios mucho más altos que el sector privado”.
Para Albán, además de reducir las contrataciones, el Gobierno debiera congelar los salarios, porque desequilibra las finanzas públicas y deja con menos recursos para invertir. “En el momento que el sector público hace un incremento salarial, afecta al Presupuesto General del Estado y aumenta el déficit”.
Mayores exportaciones no petroleras
La entrada en vigencia del acuerdo comercial entre Ecuador y la Unión Europea es uno de los factores que, según el BCE, ayudará a que las exportaciones de los principales productos no petroleros del país mantengan una tendencia creciente durante el período 2017-2020.
El Central estima que las exportaciones de banano, camarón, cacao, atún y café alcancen los USD 7 035 millones este 2017; mientras que en el 2020 el monto sería 8 331 millones. El Gobierno cree que el ritmo de crecimiento de las exportaciones totales será mayor al de las importaciones, durante los cuatro años de Gobierno. Lo anterior permitirá contar con un saldo positivo en la balanza comercial, que será mayor al finalizar el cuarto año de mandato.
Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación de Exportadores (Fedexpor), destaca que el sector ha experimentado una recuperación de un 10% en los seis primeros meses del 2017, pero advierte que no se pueden hacer predicciones certeras en cuanto al sector externo. “La recuperación es positiva y podría darse en los siguientes años, pero hay un problema de competitividad muy fuerte”.
Santiago Mosquera, catedrático de USFQ Business School, dice que para que las exportaciones tengan el desempeño esperado, el Ecuador debería mejorar su competitividad. Los salarios son claves -indica- para que el sector sea más competitivo.
Cuatro años de bajo crecimiento económico
Mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que el país crecerá un 0,7% este 2017, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial pronostican un decrecimiento del 1,6 y del 1,3%, respectivamente.
El BCE se apega al pronóstico de Cepal para este año y proyecta que el país estará creciendo 2,49% para el 2020. El promedio de crecimiento de los próximos cuatro años sería de apenas 1,8%, según el BCE.
Según el Central, el aporte más importante para que eso ocurra vendrá del sector privado, es decir, de las ramas no petroleras, excepto en el 2018. Para ese año se prevé que el aporte mayor será del sector petrolero, debido a la mayor producción y exportación de crudo proveniente del bloque ITT, que entró en una fase de explotación desde el año pasado.
“La evolución del PIB va a depender de si el Gobierno realiza los cambios necesarios. Pero si se endeuda más, y posterga las correcciones que el país necesita, se podrá temporalmente decrecer”, explica Dahik.
Víctor Hugo Albán considera que las proyecciones del Central para el 2020 son demasiado optimistas. Sugiere al Gobierno que implemente reformas en temas laborales, ofrezca incentivos para atraer inversión extranjera y aplique políticas claras de austeridad fiscal para que pueda alcanzar, como mucho, un 0,6% de crecimiento este año.