Aldeanos con mascarillas vadean en el agua de la inundación en la ciudad de Macabebe, provincia de Pampanga, Filipinas, 26 de octubre de 2020.Foto: EFE
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció el martes 27 de octubre del 2020 (lunes 26 de octubre en Ecuador) que la cuarentena en Manila, que ha sufrido uno de los encierros más largos y estrictos del mundo, se extiende otro mes, hasta el 30 de noviembre.
La capital, que aglutina alrededor de la mitad de casos de covid-19 de Filipinas, vivirá así una cuarentena de al menos ocho meses y medio, aunque desde septiembre se han ido relajando progresivamente las restricciones de movimiento por la ciudad.
Desde el inicio de la pandemia, Filipinas ha confirmado 371 630 casos -el 10 % todavía activos- y 7 039 muertes.
El mandatario decidió prolongar la cuarentena hasta finales de noviembre pese a la opinión de los alcaldes de las 17 ciudades que componen el área metropolitana de Manila, que habían solicitado alargarla hasta que termine el año.
Desde el 1 de octubre el transporte público en la capital ya opera al 50 % de su capacidad, se ha autorizado la apertura de más establecimientos, y se ha reducido el toque de queda, que ahora comienza en la medianoche; aunque se mantienen cerrados centros culturales, lugares de ocio y parques públicos.
Tampoco se permite salir a la calle a los menores de 18 años ni a los mayores de 65, al considerarlos grupos de riesgo.
El estricto cierre de la capital y alrededores -que representan casi el 70 % del PIB nacional- ha asestado un duro golpe a la economía del archipiélago, que ha entrado en recesión por primera vez en tres décadas y se espera que para final de año retroceda un 5,5 %.
Duterte también mantuvo la fase intermedia de cuarentena en la provincia de Batangas -al sur de Manila-, en las ciudades del centro del país de Bacolod, Tacloban e Iloilo y en la provincia de Lanao del Sur, en el Mindanao Musulmán; mientras que el resto del país ya se encuentra en la fase previa a la nueva normalidad.
Desde el 1 de octubre, los filipinos ya pueden realizar turismo doméstico, una tímida apertura después de medio año restringido, pero solo pueden viajar a unos pocos destinos autorizados, como la popular isla de Boracay o algunas provincias del norte del país, en la mayoría de los casos con el requisito de presentar una PCR negativa.