El presidente estadounidense, Donald Trump, ofreció el lunes 3 de julio del 2017 ayuda para el bebé británico Charlie Gard, que sufre un daño cerebral irreparable y al que le retirarán en los próximos días, por orden de la Justicia, la asistencia médica que lo mantiene todavía con vida pese al deseo de su familia.
“Si podemos ayudar al pequeño #CharlieGard (…), nos alegraría mucho hacerlo”, escribió hoy Trump en su cuenta de Twitter.
Lo que no está claro es en qué podría consistir esa ayuda. El bebé de diez meses sufre de una rara enfermedad genética y se encuentra internado en un hospital de Londres. Sus padres quieren trasladarlo a Estados Unidos para una terapia alternativa.
Los médicos que lo tratan creen, en cambio, que esta terapia no servirá de nada y piden suspender el tratamiento porque temen que el niño sufra sin sentido.
El papa Francisco expresó el domingo su solidaridad con los padres de Charlie. “El Santo Padre sigue con afecto y emoción el caso del bebé Charlie Gard”, dijo el portavoz del Vaticano Greg Burke.
La Corte Suprema británica ha dado la razón a los médicos. Los padres de Charlie también sufrieron una derrota ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo a principios de la semana pasada. La desconexión de las máquinas que lo mantienen con vida estaba prevista inicialmente para el viernes pero fue pospuesta a pedido de los padres, aunque se cree que se hará en los próximos días.