El uso del dinero electrónico se impulsa en el proyecto de reforma tributaria. Foto: Archivo Francisco Flores/ EL COMERCIO
La meta no se ha cumplido. Los inconvenientes para masificar el uso de dinero electrónico son reconocidos por el Presidente de la República, autoridades del Banco Central del Ecuador (BCE) y analistas económicos.
Este medio de pago permite realizar pagos o compras a través del celular sin necesidad de llevar efectivo, previo el canje de dólares físicos.
Cuando el programa se implementó, en diciembre del 2014, las autoridades del BCE hablaban de sumar unas 500 000 cuentas habilitadas para hacer transacciones; además se pronosticaba mover USD 10 millones al año.
Pero los resultados son bastante menores. Hasta el mes pasado el saldo en cuentas de dinero electrónico sumaba algo más de USD 800 000, una cifra insignificante para una economía que tiene una liquidez de USD 39 730 millones, según datos del Banco Central.
Además, el número de cuentas abiertas para usar este modelo era hasta hace una semana de 56 572, de acuerdo con información de la entidad.
Según el BCE, el 2015 fue un año de consolidación del componente tecnológico, de seguridad y servicios del sistema de dinero electrónico. “El uso del dinero electrónico, como cualquier medio de pago en una economía, se masifica solo a partir de la confianza que los agentes económicos tengan en el nuevo medio de pago y por los beneficios que la población encuentre en su uso”.
La entidad sostiene que durante el 2015 se dio un gran proceso de comunicación para que la ciudadanía conozca de los beneficios y las facilidades del dinero electrónico. “Sin embargo, sectores contrarios a tener un medio de pago más incluyente para la población generaron desconfianza en la ciudadanía, lo que condujo a que su uso sea más limitado del que se había previsto”.
El presidente Rafael Correa también admitió que “se ha fallado un poco” aunque no detalló en qué aspectos. El pasado martes, en un diálogo con periodistas, el Mandatario comentó que ahora lee que analistas económicos están de acuerdo con el dinero electrónico si lo maneja la banca privada. “Entones resulta que no es malo, el problema es que no lo tienen los bancos como negocio”, cuestionó.
En Guayaquil, la falta de clientes hizo que negocios inscritos en el programa del dinero electrónico dejaran de promocionar este sistema en sus locales. Carlos Carchi, dueño de Artesanías Solange, uno de los dos locales inscritos en el sistema en el Mercado Artesanal de Guayaquil, olvidó ya los pasos para procesar las transacciones con electrónico.
En su local quitó los adhesivos que funcionarios del BCE colocaron en junio pasado en las vitrinas. A su local acuden unos 50 clientes al día, pero desde que se sumó al sistema, nadie ha hecho compras con moneda electrónica.
Santos Cabrera tampoco recuerda los pasos para concretar una venta con la moneda virtual. Él es propietario de Calzado Nicole, un negocio de zapatos en Guayaquil.
Cabrera se adhirió en agosto al sistema de pago virtual, abrió una cuenta, pero no registró ninguna compra desde entonces. “Faltó más promoción. Solo nos dejaron unos colgantes y cuatro ‘stickers’”.
Bancos y cadenas comerciales son parte del programa, aunque el interés de sus clientes no despunta. Banco Pichincha, por ejemplo, señaló que aún no opera con el sistema.
La Corporación GPF (Fybeca y Sana Sana) también participa; su gerenta de asuntos corporativos, Ana María Molina, dijo que el sistema está listo desde el 2015, pero no ha existido demanda. Y en Tía las transacciones por este medio crecen, pero aún no son representativas, según la firma.
El usuario no ve utilidad
Hasta junio del año pasado, solo el 1,5% de las 160 578 transacciones con dinero electrónico fue para realizar pagos; 1,75% en cargas y 0,45% por cobros, según datos del Banco Central. El mayor número de movimientos fue para realizar consultas.
Hasta el mes pasado, según datos de la entidad, el panorama no ha cambiado: apenas se registran 7 508 transacciones en pagos y cobros con electrónico. Para Luis Espinosa Goded, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, si la gente lo viera útil lo utilizaría, pero no es así.
La seguridad inquieta
El temor de perder el dinero electrónico en caso de pérdida o robo de celular es una de las dudas de la población. Frente a este tema, las autoridades explican que el sistema tiene varias seguridades para que, en caso de robo del celular, los delincuentes no puedan obtener el dinero.
Estos recursos, explica las autoridades, se encuentran en una cuenta del Banco Central y no en el celular. Además se deberá ingresar un pin o clave personal para realizar las transacciones. Asimismo, anota la entidad, si se hace una transferencia se podrá conocer al destinatario.
Un actor único no convence
El sistema del dinero electrónico es administrado por el Banco Central del Ecuador, entidad que es la única administradora de los procesos de este modelo. Esto implica que no existe ninguna participación de la empresa privada.
Las autoridades creen que con ello se garantiza el control. Según el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Pablo Arosemena, el uso del dinero electrónico debería ser a través de operaciones privadas, sin la intervención del BCE, como sucede en otros países, pero con un control estatal.
Emisión inorgánica preocupa
César Robalino, ex ministro de Finanzas, teme que en algún momento se utilice el dinero electrónico para financiar al Fisco, en especial en un momento económico como el actual, en que el Fisco requiere de financiamiento para cubrir las necesidades del Presupuesto General del Estado.
Para las autoridades del Banco Central, esto no es posible porque el dinero electrónico, por Ley, está respaldado en dólares. Lo anterior quiere decir que si una persona tiene acreditados USD 10 en su teléfono móvil existen USD 10 en físico que respaldan esa cuenta.