Empresas privadas podrán importar diésel directamente para su consumo interno. El Decreto se emitirá estos días. Foto: Archivo EL COMERCIO
La medida de liberalizar la importación de diésel para el sector industrial se aplicará antes de que termine este 2018. Esta es una de las últimas decisiones económicas que anunció el Gobierno el martes 18 de diciembre de 2018.
En entrevista con Ecuadoradio, Richard Martínez, ministro de Finanzas, indicó que el propósito de esta decisión es generar mayor eficiencia en el uso de este derivado. “Hemos encontrado mercados ilícitos y un mal manejo del combustible cuando está subsidiado”.
Para mitigar esta realidad, el Gobierno permitirá que las empresas importen este derivado a precio internacional. Con ello, el Estado ya no comercializará ni fijará el precio de este producto como lo hace actualmente para las industrias, pero sí mantendrá su participación para el sector del transporte.
Para evitar que la medida impacte de forma negativa en el sector industrial formal, el ministro Martínez precisó que en los próximos días analizará junto con gremios empresariales posibles compensaciones.
Las dos opciones que maneja la Cartera son: entregar un certificado tributario o realizar una transferencia directa.
El Ministro anticipó que entre los beneficiarios estarán exportadores, a fin de que no se afecte a ese sector que genera fuentes de empleo y divisas.
Entre enero y octubre de este año, el sector industrial ha utilizado 3,8 millones de barriles de diésel. Esta cifra es mayor a la demanda que hubo en el mismo lapso del 2017, según cifras de la empresa pública Petroecuador (ver gráfico).
El Gobierno no cuenta con una proyección del ahorro que generará la liberalización de la importación del diésel, debido a que no se tiene un registro del mercado ilícito que usa este derivado, precisó Martínez.
El viceministro de Finanzas, Fabián Carrillo, estimó que poner en práctica la medida, una vez se emitan las normas, tomará hasta la tercera semana de enero próximo.
Las actividades productivas que demandan el uso de este combustible son aquellas que emplean calderas o equipos que operan a elevadas temperaturas. Entre estos se encuentra la metalmecánica, la producción de cartón, acero, textiles y bebidas y alimentos.
Eduardo Ledesma, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), opinó que la medida que promueve el Gobierno es positiva, porque se podría importar diésel a menor costo del que ya existe.
En el caso de los bananeros, lo que pagan depende de la demanda: los que requieren hasta 2 000 galones al mes pagan USD 1,37 y los que sobrepasan ese volumen, 2,10 por galón. En promedio, entre enero y octubre de este año el galón de este derivado se comercializó en el mercado internacional a USD 2,17, según el Banco Central.
Para Xavier Andrade, director de estudios de la Cámara de Industrias de Guayaquil, hay tres escenarios posibles con esta liberación de diésel industrial. La primera es que las empresas comercializadoras de combustibles inviertan en infraestructura logrando que el precio sea rentable.
Otro escenario es que los industriales adecúen espacios de almacenamiento en sus fábricas para traerlo directamente. Y, finalmente, la disponibilidad del Gobierno de prestar o alquilar los espacios de Petroecuador para que las empresas privadas puedan invertir a corto plazo.
En la encuesta de Manufactura y Minería del 2015, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), se explica que el gasto en combustibles y lubricantes representa el 4% de gastos operativos de las industrias. De ese porcentaje, el 47% de lo que se requiere es diésel.
Según Andrade, el consumo es más significativo en el sector alimenticio. En esta actividad, las firmas que más usan diésel son las que elaboran deshidratados, explicó Christian Wahli, titular de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab). Considera que la medida aporta en la “mejora a la competitividad”, porque permitirá traer combustible a mejor precio. Una vez que la aplicación esté clara, se podrá crear un “consorcio de importación”.
La medida es vista como una oportunidad “para transparentar el Decreto 799”, emitido en octubre del 2015, asegura David López, director técnico de la Cámara de Comercio de Quito. En el documento se expone la fórmula con la que se determina el precio del combustible importado. “Hay un tema de discrecionalidad que hemos pedido que se aclare y que es el margen de ganancia que tiene Petroecuador”.
En el 2015 se hizo el primer recorte de subsidios al diésel industrial. Y en agosto pasado, el Gobierno eliminó una parte de la subvención del diésel 2 para camaroneros, atuneros y “otras pesquerías”.
Consumo de extra sube antes de la medida
La Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleos del Ecuador (Camddepe) alertó ayer que la demanda de gasolinas extra y ecopaís creció 20% a escala nacional, tras el anuncio que hizo el Gobierno del incremento en el precio de estos derivados.
Francisco Silva, presidente de la Camddepe, mencionó que incluso algunas estaciones del centro del país se han quedado sin este tipo de combustible para satisfacer la demanda.