Gral. Javier Pérez comandante del ejército. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Mañana es el Día del Ejército. ¿Cómo llegan los militares a esta fecha?
En una encuesta de finales del 2018, nos han concedido el privilegio de ser la institución más creíble del país.
Casos como el de los militares detenidos por vender armas a ‘Guacho’ han afectado a la entidad. Usted dijo a la tropa que no busque el dinero fácil. ¿Hay inquietud?
Creo que no solo la institución sino también la sociedad reprochan estas conductas, que he denominado ‘inconducta’. En ocasiones, el personal que no tiene una adecuada formación desvía su función principal y sucumbe ante el ofrecimiento de cosas materiales, como es el dinero.
Más allá de ese caso puntual, ¿cómo está el trabajo para evitar la corrupción?
Estamos trabajando, especialmente en la formación en valores. Cada persona lo asimila desde su hogar, pero para la milicia se requieren convicciones especiales. Estamos mejorando el proceso de captación de personal, para que el Ejército tenga personas con vocación y convicción.
Si hay que depurar, ¿hay que hacerlo a todo nivel?
En todos los niveles que sea. Si luego del proceso de investigación se determinan responsabilidades, se actuará en apego estricto a la justicia.
Frente a estos hechos, ¿cuáles son los retos que tiene como Comandante de la Fuerza Terrestre?
Dentro de una gran estrategia, a nosotros nos compete mantener a las unidades del Ejército en condiciones operables. Esto tiene que ver con la organización, el entrenamiento y el equipamiento.
¿Cómo están en cuanto al equipamiento?
Tenemos algunas limitaciones. Sin embargo, hemos tenido que, solidariamente, adaptarnos a las regulaciones que desde la conducción política se están realizando, para estabilizar la macroeconomía. A pesar de todo, el Ejército tiene planificado y ha recibido los recursos para, este año, realizar la adquisición de seis o siete embarcaciones para fortalecer la vigilancia, especialmente, en los ríos fronterizos, como el San Miguel y el Putumayo.
¿Para cuándo se prevé que lleguen estas embarcaciones militares?
Como aquí no se construyen con las características que necesitamos, todo entra a un proceso de licitación que ya comenzó. Esta es una primera parte de los proyectos de inversión. Otra parte está orientada a la recuperación de los medios aeromóviles, especialmente de helicópteros. Este año tenemos previsto recuperar dos helicópteros tipo MI, que no solo apoyan a la vigilancia fronteriza y al transporte de personal militar, sino que apoyan a la Secretaría de Riegos.
El hecho de que estén en recuperación, ¿significa que están parados?
De momento, por las condiciones que implica el mantenimiento, se encuentran en tierra. Entonces, se están gestionando los recursos para que se pueda nuevamente recuperar esa capacidad.
¿Cómo están trabajando sin esas aeronaves?
Tenemos una flota de seis a ocho helicópteros MI, pero uno de esos está permanentemente en Esmeraldas. Otro se encuentra en Coca, orientado a la frontera norte. Entonces, la disponibilidad de aeronaves está un tanto afectada y es por eso que estamos recuperando dos.
¿Cómo está el resto de la flota aérea del Ejército?
También estamos avanzando en la recuperación de aeronaves de ala fija. Son dos aviones tipo Caza que podríamos recuperar hasta el segundo semestre de este año. Su mantenimiento está retrasado, a la espera de recursos para que poder potenciarlos, pues están en mantenimiento hace más de un año. Pero tenemos otros dos aviones de este tipo que están operando.
¿No es demasiado tiempo que se encuentren un año en reparación?
Cuando se habla de aviación son tiempos prolongados, porque nosotros no disponemos de los repuestos y son aeronaves cuyo mantenimiento requiere de condiciones especiales, sobre todo con países que nos proveen de servicios, de partes y piezas. En todo caso, hay una rotación de aeronaves que permite mantener al menos una flota mínima para el sostenimiento de las operaciones.
En el tema de armas, ¿los fusiles son los que adquirieron antes del Cenepa?
Mantenemos un lote importante de fusiles HK, que son los que se adquirieron y se distribuyeron en el conflicto del 95. Algunos de ellos ya están disminuidos en sus condiciones, pero no es todo el lote, sino un 30% se encuentra en esas condiciones. Lo que buscamos no es renovar todo el ‘stock’, sino establecer un ciclo de modo que tengamos armas en buenas condiciones, de medio uso y las que recién han ingresado.
¿Qué sucedió con los fusiles chinos?
De momento se encuentran en las bodegas de material de guerra del Ejército. Estamos realizando el estudio para establecer las condiciones técnicas del armamento hasta que tengamos la certeza de que puede ser usado para entrenamiento o para determinado tipo de tropas.
Los cascos no tienen incorporado sistema de comunicación. ¿Renovarán?
La versatilidad con la que se actúa en los escenarios actuales, especialmente en la frontera, requiere de una renovación permanente. Hasta octubre del año anterior, se entregó un nuevo lote de cascos, que pasaron todas las pruebas. Algunas unidades ya tienen cascos adaptados, con el espacio que le permita colocar el audífono. El resto mantiene el casco convencional de buenas condiciones.
¿Cómo están los chalecos antibalas?
Están en buenas condiciones, especialmente los que están en la frontera. El resto estamos estableciendo una rotación, hasta que el material sea renovado.
Su trayectoria.
Se graduó como subteniente de Infantería el 8 de agosto de 1982. Ha realizado cursos militares, como Jefe de Salto, Comando, Operaciones Especiales, Básico de Inteligencia Militar, Operaciones Clase A, Combate Cercano, Curso de Inteligencia para Jefes.
Su idea.
Dice que la adquisición de calibre menor está en marcha y espera que llegue hasta mayo.