Fumigación a los vehículos que circulan en las calles de Quito durante la emergencia sanitaria. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Entre las medidas adoptadas para frenar la propagación del covid-19 en el país se cuenta la desinfección de personas y vehículos mediante fumigación, previo a su ingreso a un determinado lugar.
En varios establecimientos públicos y privados esta práctica ya es habitual, y está orientada a evitar que quienes deben movilizarse por motivos de trabajo, o se ven obligados a romper el aislamiento domiciliario para reabastecerse, se conviertan en medios de transmisión del virus.
Por lo general, esta tarea se realiza con la ayuda de un aparato manual que rocía un agente biocida, o mediante un arco o túnel de desinfección que realiza el mismo procedimiento de manera automática.
Desde que su tuvo más información sobre la permanencia del virus sobre diferentes tipos de superficies, muchos gobiernos locales, principalmente, se dieron a la tarea de fumigar por dentro y por fuera vehículos de uso público o que circulaban entre provincias.
Con el afán de contribuir al control de la pandemia, en los días recientes han proliferado numerosas iniciativas particulares para la fumigación y desinfección exterior de vehículos, que en algunos casos son gratuitas y en otras tienen un determinado valor.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que este procedimiento debe ser muy riguroso respecto de las sustancias que se utilizan, pues deben ser eficaces para ese propósito y no deben causar afectaciones a las personas ni a los vehículos.
Francisco Madera, director de Posventa de Corporación Maresa, indica que en los talleres de la compañía, que abrieron sus puertas la semana pasada en Guayaquil y Manta para brindar mantenimiento a los vehículos que actúan en la primera línea de emergencia, se utiliza amonio cuaternario para desinfectarlos.
Esta solución, que debe utilizarse en bajas concentraciones, ha demostrado en diversos estudios ser una de las mejores para eliminar los coronavirus, además de que no es tóxica para los seres humanos. De hecho, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. incluyó al amonio cuaternario en su lista de productos eficaces contra el covid-19 el pasado 9 de abril.
Madera advierte sobre la inconveniencia de utilizar para esta tarea otras sustancias como cloro, y más aún en concentraciones indebidas, pues pueden generar desde manchas hasta oxidación en las superficies metálicas, además de problemas respiratorios y de piel en las personas, en caso de exposición.
La preparación de agentes biocidas como amonio cuaternario, hipoclorito de sodio o peróxido de hidrógeno debe regirse a estrictos protocolos y su utilización debe enmarcarse en los parámetros establecidos por las autoridades de control.